El rechazo a Donald Trump -quien ganó en delegados pero perdió en el voto popular- podría superar las cifras de las protestas que hubo para la inauguración del segundo periodo de Richard Nixon.
Hasta el día de hoy la protesta más masiva contra la toma de posesión de un Presidente en la historia de los Estados Unidos fue la que ocurrió el día que Richard Nixon comenzó su segundo periodo, en la época del Caso Watergate. Esa vez entre 25 y 30 mil manifestantes anti guerra se reunieron para rechazar la renovación de mandato del republicano. El viernes otro republicano podría hacer que se rompa ese récord.
Para ese día están programadas protestas en más de 50 ciudades de los Estados Unidos, para mostrar el descontento frente a la ascensión de Donald Trump, de acuerdo a lo que informa el New York Times. Miami, Orlando, Los Ángeles, San Francisco, Chicago, New York, Boston, San Diego, Houston, New Orleans, Salt Lake City, Dallas, Columbus, Seattle, Portland, Honolulu, ciudades de todos los estados y desde las más «liberales» a las de tradición más «conservadora» tienen agendadas manifestaciones en rechazo al multimillonario.
En los Estados Unidos el derecho a la reunión pública pacífica de ciudadanos está garantizado por la constitución, sin embargo dependiendo del estado se debe pedir autorización para realizar marchas de protesta masivas.
Por supuesto la atención estará puesta en lo que suceda en Washington D.C. en donde tendrá lugar el juramento del nuevo mandatario y donde se ha llamado a dos grandes concentraciones opositoras: Inaugurate the resistance, y #J20Resist que ya tienen a decenas de miles de confirmados en sus eventos de Facebook. Una concentración de estudiantes, Not my President, ya tiene más de 20.000 confirmados en la red social.
Pero también habrá quienes apoyen al nuevo Jefe de Estado. Un grupo de motociclistas se ha organizado para mostrarle su adhesión y crearon el evento «Let America hear us, roar for Trump!», a quienes se unen también los «Bikers for Trump». Se esperan también demostraciones de apoyo de parte de grupos conservadores de derecha a lo largo de la nación, principalmente en los estados de mayor población rural o con más porcentaje de protestantes evangélicos.
Para el sábado 21 está fijada la «Women’s march on Washington» que pretende reunir a más de 200.000 personas en el distrito capital con el objetivo de «enviar un mensaje audaz a la nueva administración en su primer día, y al mundo entero, de que los derechos de las mujeres son derechos humanos». Esta podría convertirse en la concentración más grande en la historia realizada en el D.C. en los días inaugurales del mandato de un Presidente.
