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Crédito: EFE
Si bien se impuso ampliamente en primera vuelta, el 44% de los brasileños asegura que jamás votaría por Jair Bolsonaro, por tratarse de una figura que genera división. Así lo revelan algunos de los comentarios más controvertidos que ha formulado en los últimos años. Pese a ello, el ultraderechista no está dispuesto a cambiar y avisó que los brasileños no deben esperar que se convierta en un candidato de «paz y amor» en el balotaje.
Jair Bolsonaro, excapitán del Ejército y parlamentario que siempre está en medio de la controversia, se ha convertido en el símbolo de la polarización que vive Brasil.
Logró una gran victoria el domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que lo deja como favorito para la fase decisiva dentro de tres semanas pese al hecho de que el 44% de los brasileños asegura que jamás votaría por él.
Si no está al tanto de la política de Brasil y trata de entender por qué Bolsonaro es una figura que genera tanta división, aquí le ofrecemos una muestra de algunos de los comentarios más controvertidos que ha formulado en los últimos años:
Junio de 2011: «Sería incapaz de amar a un hijo homosexual», afirmó Bolsonaro en una entrevista concedida a la revista Playboy.
Octubre de 2014: «No seré un hipócrita. Prefiero que un hijo muera en un accidente a que se aparezca con un chico con bigote. De todos modos para mí estaría muerto».
«Ella no merece ser violada porque es muy fea», declaró en una entrevista con medios locales, en referencia a una parlamentaria. «No es mi tipo, nunca la violaría. No soy un violador, pero si lo fuera, no la violaría porque no se lo merece».
Abril de 2016: «Por la memoria del Coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el terror de Dilma Rousseff […] ¡mi voto es sí!». En la Cámara Baja del Congreso de Brasil, Bolsonaro dedicó su voto a favor de la destitución de la entonces presidenta Rousseff al oficial del Ejército que supervisó las torturas de la dictadura cuando ella estuvo en la cárcel.
Abril de 2017: Al describir su visita a un quilombo, como se conoce a las comunidades de descendientes de esclavos fugitivos, Bolsonaro llamó gordos a sus habitantes e hizo referencia a una unidad de medida que se usa en el ganado. «¡Ellos no hacen nada!», continuó. «Creo que ya no sirven ni para procrear».
Septiembre de 2018: «¡Aquí vamos a ejecutar a los miembros del Partido de los Trabajadores!», manifestó ante una multitud que lo aclamaba en el estado de Acre, en la frontera con Venezuela, tras hacer un gesto de disparar una ametralladora. ¡Vamos a sacar a esos ladrones de Acre! ¡Como les gusta tanto Venezuela tendrán que irse para allá!
Por si quedaba alguna duda, Bolsonaro precisó en una entrevista radial el lunes que si bien dejó de utilizar palabras soeces, los brasileños no deben esperar que se convierta en un candidato de «paz y amor» en la segunda vuelta de las elecciones.
