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Carta Abierta de 26 científicos  pide investigación forense internacional sobre orígenes del Covid-19 MUNDO

Carta Abierta de 26 científicos pide investigación forense internacional sobre orígenes del Covid-19

«Encontrar los orígenes del SARS-CoV-2 es de vital importancia para la reducción de los riesgos de una futura pandemia. Desafortunadamente, más de un año después del brote inicial, el origen de la pandemia sigue siendo desconocido», dice el texto publicado el 4 de marzo.


Continuando con el polémico artículo de Nicholson Baker, publicado en la revista estadounidense New York, acerca de la hipótesis de una fuga no intencional de laboratorio del SARS-CovV-2, publicado el pasado domingo en El Mostrador, presentamos una Carta Abierta, publicada el 4 de marzo pasado en el New York Times[1], firmada por veintiséis científicos, europeos y norteamericanos, altamente calificados en sus respectivas especialidades, en que solicitan una investigación fondo e independiente acerca de los posibles orígenes del virus que provocó la pandemia de COVID-19.

 Según los firmantes, la misión del Equipo Conjunto encargado por la Organización Mundial (OMS) de investigar el posible origen del SARS-CoV-2 en Wuhan, cuyos resultados preliminares fueron dados a conocer en una conferencia de prensa, el 9 de febrero pasado, estaba destinada al fracaso. Primero, por el secretismo impuesto por el gobierno chino a partir de febrero de 2020. Segundo, porque quienes establecieron el marco dentro del cual se realizaría la investigación fueron los propios chinos. Esto implicaba que, por una parte, el Equipo Conjunto estaría constituido por 17 integrantes chinos y 17 científicos internacionales. Por otra, toda la información solicitada por los integrantes internacionales sería entregada por las autoridades chinas, quedando los primeros completamente dependientes de la contraparte china respecto al tipo y a la calidad de la información recibida. Por último, los resultados de la investigación serían, a su vez, el resultado de un compromiso entre los integrantes chinos y los internacionales.

Por último, en el proceso de selección de los expertos internacionales no se tomaron en cuenta los posibles conflictos de interés de sus integrantes. El caso del Dr. Peter Daszak es, tal vez, el más destacado. Estando a la cabeza de EcoHealth Alliance, una ONG con sede en Nueva York, Daszak trabajó directamente con el Instituto de Virología de Wuhan y su organización lo financió con millones de dólares de los departamentos de Salud y de Defensa del gobierno de los EE.UU.

En consecuencia, el trabajo realizado por el Equipo Conjunto no cumpliría con los estándares mínimos de imparcialidad ni representarían necesariamente a la OMS, como se ha hecho entender en los medios de comunicación internacionales.

Una investigación a fondo e imparcial de los orígenes del SARS-CoV-2 en China, cumpliendo con los estándares mínimos de confiabilidad e independencia, tal como los expuestos por los firmantes en esta Carta Abierta, es impensable en las condiciones actuales. En otras palabras, será dificilísimo, por no decir imposible, que lleguemos a saber si el virus que provocó la pandemia de COVID-19 fue el resultado de un proceso de selección natural por zoonosis o fue provocado por un accidente de laboratorio en China o en cualquier otro lugar del mundo.

Rodrigo de Castro

[1] https://www.nytimes.com/interactive/2021/03/04/us/covid-origins-letter.html

 

CARTA ABIERTA

Se pide una Investigación Forense Internacional plena y sin restricciones sobre los Orígenes del COVID-19

 

4 de marzo de 2021

 

  1. Introducción

Encontrar los orígenes del SARS-CoV-2 es de vital importancia para la reducción de los riesgos de una futura pandemia. Desafortunadamente, más de un año después del brote inicial, el origen de la pandemia sigue siendo desconocido.

Como científicos, científicos sociales, y comunicadores científicos que hemos investigado, independiente y colectivamente, los orígenes de la pandemia COVID-19, creemos que es esencial que todas las hipótesis sobre el origen de la pandemia sean examinadas a fondo y que, al mismo tiempo, se tenga pleno acceso a toda la información necesaria, sin tener en cuenta sensibilidades políticas o de otro tipo.

Basándonos en nuestro análisis y, según lo confirmado por el estudio mundial[1] convocado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades chinas, aún no existen pruebas que demuestren el origen natural de este virus. La hipótesis de la zoonosis, en gran medida basada en patrones previos de eventos de zoonosis, es sólo uno de los posibles orígenes del SARS-CoV-2, junto con la hipótesis de un accidente en un laboratorio de investigación sobre Coronavirus.

Si bien el proceso “colaborativo” de investigación, ordenado por la Asamblea Mundial de la Salud en 2020, estaba destinado a permitir un examen completo de los orígenes de la pandemia, creemos que las limitaciones estructurales[2] impuestas a este esfuerzo hacen casi imposible que esta misión sea eficientemente realizada.

En particular, queremos sensibilizar a la opinión pública acerca del hecho de que la mitad del Equipo Conjunto, encomendado de realizar esta misión, está constituido por ciudadanos chinos, cuya independencia científica puede ser limitada, y del hecho que los miembros internacionales del Equipo Conjunto tuvieron que basarse en la información que las autoridades chinas decidieron compartir con ellos. Además, todo informe del Equipo Conjunto tuvo que ser aprobado, tanto por los integrantes chinos como por los miembros internacionales del mismo.

Por lo tanto, hemos llegado a la conclusión que el Equipo Conjunto no tuvo el mandato, la independencia, o el acceso necesario para llevar a cabo una plena e irrestricta investigación acerca de los posibles orígenes del SARS-CoV-2 – ya sean estos de origen natural o producto de un accidente de laboratorio.

También nos preocupa el hecho de que los medios de comunicación hayan incorrectamente presentado el trabajo del Equipo Conjunto como una investigación independiente, cuyas conclusiones reflejan a la OMS. Por ejemplo, la conferencia de prensa dada en Wuhan[3], el 9 de febrero de 2021, fue un buen ejemplo de este malentendido. Aunque las conclusiones fueron las del Equipo Conjunto, se informó ampliamente de que estas representaban a la OMS[4].

Como firmes sostenedores de la OMS y de su misión, creemos que debe quedar claro que cualquier conclusión del Equipo Conjunto, si bien puede ser relativamente útil, teniendo en cuenta sus limitaciones, este no representan la postura oficial de la OMS[5], ni el resultado de una investigación independiente e sin restricciones.

Por esta razón, creemos que es esencial que las condiciones de una investigación completa y sin restricciones deba alinearse a un conjunto de estándares a partir de los cuales los esfuerzos actuales y futuros puedan ser evaluados.

 

  1. Limitaciones del estudio mundial convocado por la OMS

Los siguientes problemas fundamentales socavan el estudio del Equipo Conjunto convocado por la OMS:

  • Los Términos de Referencia[6], que rigen los objetivos, deberes y responsabilidades de la investigación conjunta, se negociaron sin la suficiente transparencia (julio de 2020), y luego, después de un retraso considerable, recién se hizo público en noviembre de 2020.
  • Estos Términos de Referencia fueron significativamente limitados, por ejemplo, al estipular que la mayor parte del trabajo de campo tenía que ser llevado a cabo por la parte china, y que sus resultados serían simplemente comunicados a los miembros internacionales del Equipo Conjunto para su revisión y discusión, dentro de un formato elegido por la parte china[7].
  • Los informes intermedios y finales del Estudio Conjunto se basan en un consenso entre los 17 Miembros chinos y 17 miembros internacionales del Equipo Conjunto. Es probable, por lo tanto, que los informes resultantes de este proceso representen, en última instancia, un necesario compromiso[8] basado, en parte, en limitaciones políticas y de otro género.
  • El proceso de selección de los expertos internacionales del Equipo Conjunto, no tomó adecuadamente los posibles conflictos de intereses de sus integrantes.
  • Las competencias representadas en el Equipo se centran exclusivamente en la salud pública y la zoonosis, en detrimento de las competencias forenses necesarias para la investigación de un accidente de laboratorio[9].
  • El equipo no tenía el mandato o el acceso a los registros de los laboratorio[10], a sus datos y personal, de modo de que se pudieran eficientemente evaluar las diversas hipótesis.
  • El equipo operó en el contexto de una amplia orden de mutismo por parte del Consejo del Estado chino[11] de modo de evitar todo intercambio espontáneo de cualquier información acerca de la pandemia y coordinar la cuidadosa entrega de información por parte el gobierno chino. Esta orden de mutismo o mordaza regía y fue impuesta una semana después de la partida de la primera misión conjunta de la OMS, en febrero de 2020.
  • Los miembros internacionales del Equipo Conjunto, por su propia admisión[12], a menudo confiaron en garantías verbales de sus contrapartes chinas, en lugar de realizar una investigación independiente, particularmente respecto a la posibilidad de un accidente de laboratorio relacionado con investigaciones en curso sobre Coronavirus.
  • Al menos un miembro del equipo internacional expresó, antes de unirse a la investigación, su firme convicción[13] en la hipótesis de la zoonosis pura – cuando casi ningún dato sobre el virus SARS-CoV-2 estaba disponible – y desestimó de antemano un posible orígenes relacionados con una accidente de laboratorio[14]. Estas declaraciones públicas arrojan serias dudas sobre su objetividad científica.

 

  1. Cómo debería ser una investigación completa

Debido a que la investigación del Equipo Conjunto deja mucho que desear, creemos que es esencial para el comunidad internacional esbozar cómo podría organizarse una investigación completa y sin restricciones. Tal investigación tendría que:

  • Ser llevada a cabo por un equipo verdaderamente independiente, sin conflictos de intereses, y sin ningún tipo de control, total o parcial, de parte de cualquier agenda o país específico.
  • Ser multidisciplinaria e incluir epidemiólogos, virólogos, expertos en vida silvestre, especialistas de salud pública, investigadores forenses, expertos en bioseguridad, etc.
  • Incluir a varias personas con conocimientos de la lengua local y con una comprensión de la cultura china, de modo de que puedan ayudar a interpretar los comportamientos durante los eventos originales y también ayudar a decodificar la dinámica durante la investigación misma.
  • Comenzar su estudio, considerando todos los escenarios posibles. Estos deben incluir:
  1. a) Un evento de zoonosis pura con/sin huésped intermedio.
  2. b) Infección en un sitio de muestreo de un empleado de laboratorio o de algún miembro del personal del mismo.
  3. c) Infección durante el transporte de animales recogidos y/o muestras de estos.

d)Infección Adquirida en Laboratorio (IAL) en uno de los laboratorios de Wuhan.

  1. f) Escape de laboratorio sin IAL, por ejemplo a través de la manipulación de residuos o animales que escaparon o fueron desechados de manera inapropiada.

 

  • Que siga un enfoque común de investigación forense, basado en:
  1. a) Investigación tradicional rigurosa en terreno.
  2. b) Trabajo de analistas de escritorio que den sentido a los elementos recopilados.
  3. c) Inteligencia de fuentes abiertas que ayude a recopilar información adicional.
  4. d) Una revisión de eventos anteriores de zoonosis y de accidentes relacionados con laboratorios, de los cuales se pueda obtener conocimientos técnicos e institucionales.

 

  • Tener acceso completo o significativo a todos los sitios, registros, muestras y personal de interés, Incluido:
  1. a) Mercados clave de Wuhan.
  2. b) Todos los laboratorios e instituciones, chinas o internacionales, conocidas por haber trabajado con coronavirus o instalaciones o equipos compartidos con grupos que trabajaron con coronavirus.
  3. c) Registros hospitalarios del otoño de 2019 de pacientes tempranos o sospechosos, incluyendo entrevistas con pacientes y contactos.
  4. d) Muestreo de importantes sitios de patógenos, como la mina de Mojiang[15].
  5. e) Personal actual y anterior, como empleados de los laboratorios en 2019 y personas en lugares específicos de muestreo.

 

  • Tener pleno acceso a todos los registros pertinentes de los laboratorios e instituciones involucradas en investigación de coronavirus, incluyendo:
  1. a) Informes ambientales.
  2. b) Informes de inspección.
  3. c) Registros de mantención.
  4. d) Registros de experimentos de laboratorio.
  5. e) Lecturas de secuencias crudas.
  6. f) Registros de envío de muestras.
  7. g) Registros de destrucción de especímenes.
  8. h) Registros de personal.
  9. i) Informes de incidentes.
  10. j) Registros de cría de animales.
  11. k) Toma de muestras de los registros de viaje, incluido el del viaje de muestreo a Mojiang, en 2013[16].

l)Bases de datos claves de patógenos y muestras.

 

  • Tener pleno acceso a los datos primarios, de preferencia directamente de la fuente y en su forma sin procesar: datos no resumidos. Estos datos pueden ser anónimos, si es necesario; no debe haber un impedimento legal para limitar el acceso.
  • Tener pleno acceso a las muestras del mercado, muestras ambientales, muestras hospitalarias y muestras potenciales, como aguas residuales y bancos de sangre, con pleno permiso para la realización de secuenciación independiente u otras pruebas.
  • Tener acceso completo a los registros de casos de los CDC chinos y al hospital primario y/o informes clínicos.
  • Tener acceso completo a otras bases de datos de casos chinos que describan casos de neumonía.
  • Ser capaces de realizar entrevistas confidenciales, incluyendo a los primeros casos[17] y a sus familiares, y a personal, pasado y presente, asociado con los sitios o instituciones de interés tales como mercados, hospitales, sitios de muestreo y laboratorios.
  • Implementar un canal de información seguro, de modo que las personas aporten información confidencialmente, dondequiera que estén, sin temor a castigo o retribución.

 

  1. Conclusión y próximos pasos

Reconocemos que, como organismo internacional, la Organización Mundial de la Salud debe contar con la colaboración de sus Estados miembros y, por lo mismo, se encuentra limitada y no pueda realizar este tipo de investigación a fondo. No es nuestra intención socavar a la OMS, institución que trabaja en circunstancias difíciles y en un momento de gran necesidad global.

Aunque la investigación del Equipo Conjunto representó una oportunidad significativa para que la comunidad internacional obtuviera información limitada y altamente controlada, por desgracia demostró ser poco transparente y restrictiva, comprometiendo, en buena medida, la validez científica de la investigación.

Con más de dos millones de muertes y más de cien millones de infectados de COVID-19 en el mundo entero, y un trastorno global masivo que afecta a las poblaciones más vulnerables del mundo, no puede permitirse una investigación sobre los orígenes de la pandemia que no sea absolutamente minuciosa y creíble. Si no examinamos el origen de esta pandemia como se debe y con valentía, corremos el riesgo de no estar preparados para una pandemia potencialmente peor en el futuro.

Porque creemos que, hasta la fecha, tanto el proceso como los esfuerzos del Equipo Conjunto no constituyen una investigación creíble y transparente, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que estructure un proceso que sí lo sea.

 

Firmantes:

  • Colin D Butler, Profesor Honorario, Centro Nacional de Epidemiología y Salud de la Población, Universidad Nacional Australiana, Canberra, Australia (ORCID 0000-0002-2942- 5294)
  • Bruno Canard, DR CNRS, virólogo molecular, Universidad de Aix-Marseille, Francia, (ORCID 0000-0003-4924-1991)
  • Henri Cap, PhD, zoólogo, Museo de Historia Natural, Toulouse, Francia
  • Y. A. Chan, Becaria Postdoctoral, Broad Institute MIT y Harvard, Cambridge, EE.UU. (ORCID 0000-0002-0731-637X).
  • Jean-Michel Claverie, Profesor Emérito de Medicina, virólogo, Universidad de Aix-Marseille, Francia, (ORCID 0000-0003-1424-0315)
  • Fabien Colombo, Candidato a Doctorado, Comunicación y Sociología de la Ciencia, MICA, Universidad Bordeaux Montaigne, Francia.
  • Virginie Courtier, genetista evolutiva, Instituto Jacques Monod, CNRS, Francia (ORCID 0000-0002-9297-9230).
  • Francisco A. de Ribera, Ingeniero Industrial, MBA, MSC(Res), Científico de Datos, Madrid, España (ORCID0000-0003-4419-636X)
  • Etienne Decroly, Dr. CNRS, virólogo molecular, Universidad de Aix-Marseille, Francia, (ORCID 0000-0002-6046-024X)
  • Rodolphe de Maistre, MSc engineering, MBA, ex auditor IHEDN, Francia (ORCID 0000- 0002-3433-2420)
  • Gilles Demaneuf, Ingeniería (ECP), Científico de Datos en BNZ, Auckland, Nueva Zelanda,(ORCID: 0000-0001-7277-9533) (Coorganizador)
  • Richard H. Ebright, Profesor de Química y Biología Química de la Universidad Rutgers, Nueva Jersey, E.E.U.U
  • André Goffinet, MD, PhD, Profesor Emérito, Universidad de Lovaina Escuela de Medicina, Bélgica
  • François Graner, biofísico, Director de Investigación, CNRS y Universidad de París, Francia, (ORCID 0000-0002-4766-3579)
  • José Halloy, Catedrático de Física, Biofísica y Sostenibilidad de la Universidad de París, Francia, (ORCID 0000-0003-1555-2484)
  • Milton Leitenberg, Asociado Senior de Investigación, Escuela de Asuntos Públicos, Universidad de Maryland, EE.UU.
  • Filippa Lentzos, Profesora Senior de Ciencias y Seguridad Internacional, King’s College de Londres, Reino Unido (ORCID 0000- 0001-6427-4025)
  • Rosemary McFarlane, PhD BVSc, Profesora Asistente de Salud Pública, Universidad de Canberra, Australia (ORCID 0000-0001-8859-3776)
  • Jamie Metzl, Senior Fellow, Atlantic Council, EE.UU.
  • Dominique Morello, Biólogo, Dr. CNRS y Museo de Historia Natural, Toulouse, Francia
  • Nikolai Petrovsky, Profesor de Medicina, Facultad de Medicina y Salud Pública, Universidad de Flinders, Australia
  • Steven Quay, MD, PhD, Anteriormente Profesor Asistente, Departamento de Patología, Stanford, Escuela Universitaria de Medicina, EE.UU. (ORCID 0000-0002-0363-7651)
  • Monali C. Rahalkar, Científico ‘D’, Instituto de Investigación Agharkar, Pune, India
  • Rossana Segreto, PhD, Departamento de Microbiología de la Universidad de Innsbruck, Austria (ORCID 0000-0002-2566-7042)
  • Günter Theißen, Dr. rer. Nat., Profesor de Genética, Instituto Matthias Schleiden, Friedrich Schiller University Jena, Alemania, (ORCID 0000-0003-4854-8692)
  • Jacques van Helden, Profesor de bioinformática, Universidad de Aix-Marseille, Francia(ORCID 0000-0002-8799-8584)

 

 

[1] https://www.who.int/health-topics/coronavirus/origins-of-the-virus

[2] https://www.who.int/publications/m/item/who-convened-global-study-of-the-origins-of-sars-cov-2

[3] https://news.cgtn.com/news/2021-02-09/Live-WHO-holds-press-conference-on-scientific-research-into-COVID-19-XJv2tyicRa/index.html

[4] https://www.who.int/publications/m/item/covid-19-virtual-press-conference-transcript-15-february-2021

[5] https://www.who.int/publications/m/item/covid-19-virtual-press-conference-transcript-15-february-2021

[6] https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/20200802-tors-chn-and-who-agreed-final-version.pdf?sfvrsn=5323728d_2&download=true

[7] https://www.nytimes.com/2021/02/12/world/asia/china-world-health-organization-coronavirus.html

[8] https://www.nytimes.com/2021/02/12/world/asia/china-world-health-organization-coronavirus.html

[9] https://www.nature.com/articles/d41586-021-00375-7

[10] https://www.wsj.com/articles/china-refuses-to-give-who-raw-data-on-early-covid-19-cases-11613150580

[11] https://www.documentcloud.org/documents/7340337-State-Research-regulations.html

[12] https://www.nature.com/articles/d41586-021-00375-7

[13] https://usrtk.org/biohazards-blog/ecohealth-alliance-orchestrated-key-scientists-statement-on-natural-origin-of-sars-cov-2/

[14] https://www.theguardian.com/commentisfree/2020/jun/09/conspiracies-covid-19-lab-false-pandemic

[15] https://www.bbc.com/news/av/world-asia-55404485

[16] https://www.bbc.com/news/av/world-asia-55404485

[17] https://www.wsj.com/articles/covid-19-was-spreading-in-china-before-first-confirmed-cases-fresh-evidence-suggests-11613730600

 

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