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Debate presidencial en Argentina: analistas advierten “un circo romano” MUNDO

Debate presidencial en Argentina: analistas advierten “un circo romano”

Marcos Perco
Por : Marcos Perco Periodista,colaborador de Argentina
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Sergio Massa, Patricia Bullrich y Javier Milei pelean voto a voto de cara al 22 de octubre. En pocos días, el primer debate entre ellos empezará a definir sus chances. Con las expectativas puestas en el desempeño de cada uno de estos principales aspirantes a la presidencia, la ambición hoy de los tres es ingresar al balotaje el 19 de noviembre, si es que en octubre ninguno obtiene más del 45% de los votos, o más del 40 % y una diferencia de 10% respecto del segundo.


En un país con sistema presidencialista, como el de la República Argentina, donde el poder recae directa e indirectamente en la figura presidencial, la actual contienda electoral se está transformando –según coinciden analistas políticos– en un verdadero “circo romano” en el que los candidatos harán uso de todo tipo de recursos para bloquear al adversario y así captar más votantes.

En este contexto, y a pocos días de que los más de 35 millones de argentinos habilitados para votar definan a quién van a elegir, se desarrollará, como estrategia política, pero por sobre todo mediática, el primero de los dos debates presidenciales pautados de cara a las elecciones generales del 22 de octubre. 

Son cinco los aspirantes a la presidencia que discutirán sus propuestas, el 1 de octubre, en la provincia de Santiago del Estero. Los participantes serán Javier Milei, candidato por el partido La Libertad Avanza; Sergio Massa, liderando el movimiento denominado Unión por la Patria que hoy gobierna Argentina; Patricia Bullrich, encabezando la lista de Juntos por el Cambio; Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, y Juan Schiaretti, representando al Partido Justicialista y el Peronismo Federal.

De estos cinco candidatos, solo los tres primeros tienen chances de llegar a la presidencia. Esto se desprende del resultado de las recientes P.A.S.O. –las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias– previas a la general, celebradas el 13 de agosto pasado, y en la que los diferentes partidos políticos dirimieron quiénes serán sus candidatos y que sirven como termómetro de lo que sucederá en octubre. Los resultados fueron: Milei: 29,86% de los votos (en su espacio solo se presentó él); Juntos por el Cambio: 28% (sumando a los dos candidatos que se presentaron; ganó, como se dijo, Bullrich); y Massa: 27,28% (también se presentó solo él). Los demás, se repartieron el resto de los sufragios.

Quedó definido así un panorama incierto, con tres candidatos fuertes con propuestas bien diferentes. Por un lado, Sergio Massa, quien se reivindica peronista a pesar de haber armado un partido político propio, el Frente Renovador. Al oficialismo, Massa se sumó en 2019 como una especie de súper ministro de Economía con el encargo de encauzar el rumbo económico y social. Como estrategia de campaña, le hace guiños a la oposición y apela al consenso para el tramo final de cara a octubre. Insiste con la idea de hacer un gobierno de “unidad nacional”. Por ello, se le atribuye el concepto de “ancha avenida del medio” con el que definió al propósito de su partido: formar una mayoría amplia para gobernar, sin distinción de ideologías, pero con corazón peronista.

Por otro lado, Patricia Bullrich, de raíces peronistas también y quien le ganase la interna al candidato “puesto” por el establishment y la opinión pública: Horacio Rodríguez Larreta. Bullrich, impulsada por el expresidente Mauricio Macri, es la cara visible de la mano dura de su espacio, llamados los “halcones”. Promete terminar con la inseguridad, ordenar el país, y desterrar al kirchnerismo. 

Por último, Milei, la sorpresa para todos por el alcance de su votación a pesar de ser un recién llegado al mundo de la política. Economista, actual diputado nacional por su espacio, se hizo conocido hace pocos años por su excentricidad en sus apariciones en programas de televisión periodísticos y humorísticos. Su núcleo discursivo gira en torno a la “libertad” y a un concepto que él bautizó como “la casta”, la clase política argentina –dice– que vive del Estado, que hace políticas “en contra de la población” y que demostró no ser capaz de solucionar los problemas del país. Él promete “destruirla y esgrime consignas como la dolarización, la eliminación del Banco Central, la libre portación de armas y la venta libre de órganos (dice que “es un mercado más”). 

De los tres, Massa es el que más experiencia tiene en gestión y administración pública. Ha formado parte de gabinetes nacionales, actualmente se desempeña como ministro de Economía, pero también carga en sus espaldas cuatro años de depreciación del peso frente al dólar e inestabilidad económica. 

Bullrich posee menos experiencia de gestión (fue ministra de Seguridad durante la presidencia de Mauricio Macri), pero detrás de ella hay una fuerza política que se ha afianzado durante las dos últimas décadas. 

Mientras que Milei, en la función pública, no tiene nada de experiencia y como referencia inmediata vale resaltar que, como diputado nacional, no presentó un solo proyecto.

Con el primer debate presidencial a la vista y con las expectativas puestas en el desempeño de cada uno de estos principales aspirantes a la presidencia, la ambición hoy de los tres es ingresar al balotaje (si en octubre ninguno obtiene más del 45% de los votos, o más del 40 % y una diferencia de 10% respecto del segundo, se llegará al balotaje entre el primero y el segundo a realizarse el 19 de noviembre). Todo indica que habrá efectivamente segunda vuelta (o balotaje) y en este primer debate los tres principales candidatos empiezan a jugar sus chances para llegar al mano a mano de noviembre. 

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