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Gaza: desnutrición aguda alcanza un máximo histórico en dos instalaciones de Médicos Sin Fronteras MUNDO Xinhua

Gaza: desnutrición aguda alcanza un máximo histórico en dos instalaciones de Médicos Sin Fronteras

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MSF denunció un aumento sin precedentes de desnutrición aguda en Gaza, con más de 1.200 personas en tratamiento, incluyendo mujeres embarazadas y lactantes. Atribuyen la crisis a las restricciones israelíes que impiden el ingreso de alimentos. La organización exige acceso humanitario urgente.


Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) reportan un aumento sin precedentes de casos de desnutrición aguda en Gaza, tanto en su clínica de Al-Mawasi, en el sur, como en su centro en la ciudad de Gaza, al norte. La organización denuncia que la situación ha alcanzado los niveles más altos jamás registrados por sus profesionales en la Franja.

Actualmente, más de 700 mujeres embarazadas y lactantes, y cerca de 500 niños y niñas con desnutrición grave y moderada, se encuentran inscritos en centros de alimentación terapéutica ambulatoria. En la clínica de Gaza, los casos casi se cuadruplicaron en menos de dos meses: de 293 en mayo a 983 a inicios de julio. De este total, 326 corresponden a menores de entre seis y 23 meses.

“Es la primera vez que presenciamos una magnitud tan grave de casos de desnutrición en Gaza”, indicó Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF. Afirmó que la situación es consecuencia directa de restricciones impuestas por las autoridades israelíes. “La inanición en Gaza es intencionada; podría terminar mañana si las autoridades israelíes permiten la entrada de alimentos a gran escala”.

Las condiciones en la Franja han llevado a un colapso del sistema: aguas residuales contaminadas, limitaciones de combustible que afectan la producción de agua potable, y campos sobrepoblados que agravan la propagación de enfermedades y debilitan los sistemas inmunes. Joanne Perry, médica de MSF, advirtió que las consecuencias se observan en los nacimientos: “Muchos bebés nacen prematuramente” y en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital Al-Helou “hay hasta cuatro o cinco bebés compartiendo una sola incubadora”.

“Las mujeres con seis meses de embarazo a menudo no pesan más de 40 kilogramos. La situación es extremadamente crítica”, señaló la doctora Perry. Antes de octubre de 2023, Gaza recibía un promedio de 500 camiones de suministros al día. Desde el 2 de marzo, esa cifra no se ha alcanzado siquiera en total, lo que ha provocado una escasez extrema y el aumento exponencial de los precios de alimentos.

El Programa Mundial de Alimentos estima que el azúcar cuesta en promedio 766 dólares el kilo, mientras que el precio del kilo de patatas o harina se acerca a los 30 dólares. Esto ha obligado a muchas familias a subsistir con una única ración diaria basada en arroz, lentejas o pasta, sin pan ni acceso suficiente a proteínas o verduras frescas.

Frente a esta crisis, madres y padres priorizan la alimentación de sus hijos por sobre la propia. Nour Nijim, supervisora del equipo de enfermería de MSF, comentó: “Las personas tienen hambre y nos piden alimentos terapéuticos, pero no tenemos suficientes y solo podemos prescribirlos a personas con diagnóstico de desnutrición”.

Según MSF, los pacientes atendidos son solo la parte visible de una emergencia mayor. Incluso pacientes heridos solicitan alimentos antes que medicamentos, y muchos presentan heridas que no cicatrizan por falta de proteínas. La organización observa pérdida de peso acelerada, infecciones prolongadas y fatiga evidente entre pacientes y cuidadores.

MSF ha reiterado el llamado a permitir acceso humanitario sin restricciones, garantizar un flujo constante de alimentos y ayuda médica, y proteger a la población civil ante la creciente emergencia sanitaria y alimentaria en Gaza.

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