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Recordando a Alejandro Montesino


Hace poco más de un año, el 15 de diciembre, dejó esta tierra, viajando al Olimpo romano, Alejandro Montesinos Heyer. Un cáncer terminó con la vida del todavía joven político chileno. Sociólogo, ex Presidente de la Internacional Socialista Juvenil, IUSY, con sede en Viena, durante su largo exilio en Roma. Presidente de la gloriosa Juventud Radical Revolucionaria en la época del Gobierno del Presidente Allende, y columnista destacado de El Mostrador.cl.



Cómo recuerdo esas largas tertulias con los jóvenes socialistas vieneses, los que hoy son parlamentarios. En ellas Alejandro mostraba sus dones y dotes intelectuales, hablando sobre la política internacional en los idiomas que dominaba con destreza. Varias copas de diferentes cervezas, vinos y brandy llenaban la mesa del café. El humo del cigarrillo a veces dificultaba ver al culto conversador Montesino. Él era escuchado con gran atención, pasando de la política vigente a la relación histórica de las culturas de la antigüedad. Los personajes griegos y romanos lucían en la espada justiciera de Alejandro. La poesía, la pintura y el bello canto brotaban fluidamente de su boca, con una memoria de elefante, cantaba tarantelas y partes de óperas, según el tema. Citas textuales de grandes pensadores, políticos viejos y actuales salían al ruedo de la amena conversación. Era un gran conversador, de esos que ya no existen en las esferas sociales de Latinoamérica.



El exilio nos reunía a los chilenos en diversos países europeos. Coordinábamos políticas para ayudar a la caída del dictador. En el Partido Radical, el Conde Montesino aparecía como uno de los dirigentes importantes que coordinaba acciones en Italia, con la gran ayuda del Canciller de ese país, Bettino Craxi, quien tenía a Alejandro como consultor de política internacional especialmente para Latinoamérica, y por tal motivo los ex dirigentes chilenos de la ex UP debían conversar con él para coordinar cualquier ayuda.



En su partido trabajaba con Carlos Parra, Aníbal Palma, Jorge Tapia, Lucho Ayala, Carlos Martínez, Marco Alvarez, el Coco Villegas y yo, entre otros, para ayudar a las labores con los partidos chilenos y europeos. Anselmo Sule era unos de los Vice Presidentes de la Internacional Socialista. Este fue un gran amigo y enemigo de Alejandro. Se querían y se odiaban a veces, discutían hermanablemente y peleaban en los foros partidarios y concordaban en las tribunas internacionales, especialmente en las reuniones de la IS, en que estaban presentes los principales cancilleres de los países europeos como Willy Brandt, Bruno Kreisky, Francois Mitterand, Felipe González, por nombrar algunos. Alejandro conversaba con ellos y a pesar de su juventud era escuchado con interés, respeto y admiración por ellos y por los funcionarios de sus cancillerías.



Numerosos y destacados cargos políticos tuvo Alejandro en su país, como en el extranjero, destacando en Costa Rica en que asesoró a su Presidente. En Italia fue un sobresaliente asesor de Craxi, y como Embajador en Suiza, durante el gobierno del Presidente Aylwin, destacó entre los diplomáticos chilenos en el Viejo Mundo.



Hay mucho que decir del amigo Montesino, todos los que lo conocíamos tenemos una historia sobre él, muy controvertido, peleador duro, cultísimo memorión, gran defensor de la justicia y de los valores que inspiraron a la revolución francesa. Pegaba duro, no tenía pelos en la lengua, era insolente con calidad y devoción. Chile pierde a un baluarte y gran ejemplo, soñador y de firmes principios laicos y democráticos.



Las campanas hoy doblan por Alejandro.



Los bronces de Navidad van a tañir en algunos días. Hoy todos los amigos de Alejandro Montesino, recordando un año de su partida, tocamos las campanas libertarias, y brindamos por el compañero de un mismo ideal.



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* Guillermo Bown F./ Periodista, escritor y ex diplomático.


  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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