Publicidad

El rostro humano de las 36 medidas


La agenda de la nueva Presidenta y del nuevo gobierno de la Concertación tiene como matriz principal dar señales de autonomía fortaleciendo y consolidando la idea de una nueva etapa. Para ello, ha dispuesto y está disponiendo de las múltiples capacidades políticas, técnicas y generacionales que la Concertación ofrece como conjunto y al mismo tiempo y como hecho principal, se ha enfatizado comunicacionalmente que el punto central está y estará en los contenidos y en una gestión donde los protagonistas serán los ciudadanos.



Las contiendas políticas se hacen sobre la base de propuestas y formulaciones acerca del curso que debe seguir el país. Consecuentemente con ello, Michelle Bachelet presentó durante la campaña las 36 medidas para sus primeros cien días, haciéndose cargo del sentido de urgencia que le quiere imprimir a su Gobierno. Cuatro años, evidentemente, limitan la posibilidad de rehacerse sobre la marcha y desde la comunidad existen naturales expectativas respecto de lo que se pueda consolidar o fundar en el período.



Los estratégicos 100 días



Estas 36 medidas para implementar en la primera micro etapa marcarán una parte importante del destino de la nueva administración. Y es así, puesto que entre los nombramientos de los nuevos responsables de la gestión pública y el discurso del 21 de mayo, se sucederán las elecciones internas de los principales partidos políticos del país, se asentarán los primeros símbolos del tipo de trabajo parlamentario con sus nuevas mesas directivas y la relación con la oposición y se consolidarán ciertas apreciaciones comunicacionales acerca del destino del Gobierno y los criterios principales que se utilizarán para gobernar, particularmente luego de la formalización del cambio de gobierno ocurrido.



A ello es posible agregar dos factores de mediano plazo que contribuyen positivamente al éxito de la gestión de la Presidenta Bachelet y que son la ausencia de elecciones populares hasta el año 2008 y una proyección económica que augura cierta tranquilidad para el país en su conjunto.



Dicho lo anterior, entonces, una buena parte de los desafíos políticos estarán en poner adecuadamente en marcha un sistema de gestión que garantice un cumplimiento total de las 36 medidas propuestas y asegurar, desde sus colaboradores, el mayor esfuerzo posible para gestionar y fortalecer de manera estratégica al Gobierno, proyectando y consolidando una relación con el Congreso que asegure un fluido diálogo para el bien de las grandes mayorías del país. El éxito de la implantación de las 36 medidas, será el pasaporte para la proyección del gobierno de la Presidenta Bachelet.



Las ideas como matriz de la gestión



La Presidenta Bachelet ha establecido un pacto social con la ciudadanía. Da cuenta directa de sus decisiones por los medios de comunicación, establece sus énfasis y simboliza sus resoluciones como el nuevo Gabinete en Enero, las reuniones de trabajo con sus nuevos ministros y la realización del primer Consejo de Gabinete; todo sin intermediarios. Ya se vislumbra una concentración total en las tareas de la administración para cumplir con las expectativas y entusiasmos que ha despertado. No habría peor derrota para esta ciudadanización de la política que no cumplir con lo prometido.



Por otra parte, las preocupaciones y ocupaciones propias del mundo político tendrán naturalmente sus propias vías y da la impresión que estarán acotadas a sus propios límites. Lo que veremos en los próximos años es más debate país, más discusiones sobre la marcha de lo público, sobre los temas de interés nacional y sectorial y menos debate pequeño sobre las variedades de la disputa del poder. Ideal sería, incluso, un desplazamiento de la hoguera de las vanidades y una concentración en la discusión y solución de los grandes temas pendientes y la conducción de las temáticas emergentes. En fin, eso puede ser mucho pedir. Lo fundamental será generar una dinámica de inclusión y participación que fomente la idea que todos somos parte, existiendo una correlación de deberes y derechos que nos ayude a seguir civilizándonos como sociedad.



Ya el nuevo estilo ha afectado una rígida cultura interna como la de la UDI que se abre al debate de su democratización interna. En ello, sin duda, el papel de los medios de comunicación puede ser fundamental como factor que aporte a crear climas y círculos virtuosos en Chile.



El rostro humano de las 36 medidas



A nadie puede caberle duda que la Presidenta comenzó a gobernar antes de asumir formalmente. No sólo énfasis en las nuevas designaciones, sino énfasis en como colocar a las personas en el centro de sus gestión. Las expectativas son tales, que se sabe hay que moderarlas cumpliendo promesas reales, que la comunidad las note en sus vida diaria. En ese ánimo, en estos días se pondrán en marcha las 36 medidas y veremos en escena a las nuevas y nuevos secretarios de Estado ágilmente desenvueltos para llegar a puerto al 21 de mayo, mostrando avances y rostros, pues eso es lo que se ve desde el análisis de estas medidas.



Desde los jóvenes, hay esperanzas ciertas que las promesas se hagan realidad. Para ellos hay 14 de las 36 medidas. El aumento de la edad a 25 años para calificar al programa de bonificación al contrato de aprendizaje; la iniciativa de pago de parte de las cotizaciones previsionales a quienes tengan contrato; la promoción del trabajo part – time para combinar estudio e ingresos; el aumento del subsidio a los salarios mínimos que sin duda los beneficiará; el aumento de 50 mil becas y créditos que asegure el 100% de crédito para el 60% más pobre de los estudiantes potenciales; la formalización de un sistema nacional de becas que combine arancel, mantención y alimentación; la innovadora apuesta para que el Servicio País sea una herramienta de pago parcial de los estudios; la creación del subsidio del 50% del salario mínimo a los jóvenes en riesgo social; el plan de apoyo a los emprendedores con capacitación, asesoría y facilidades de financiamiento; la medida que busca que los mejores egresados de nuestras universidades con tope en mil, se doctoren en universidades extranjeras; la promoción del segundo idioma para los estudiantes de pedagogías; la profesionalización del servicio militar; la creación del servicio ciudadano como alternativa y la inscripción automática en los registros electorales.



Los adultos mayores que cada día crecen en relevancia y número disponen de cinco medidas. El reajuste de las pensiones más bajas; el acceso automático a la pensión asistencial; el proyecto de ley sobre asignaciones y subsidios únicos; el subsidio para los adultos mayores postrados y la gratuidad en atención de hospitales a los mayores de 60 años;



Las mujeres, niños y la familia están y han estado en el centro de la discusión y la atención durante los gobiernos de la Concertación. Entre las 36 medidas disponen de diez medidas directas que los favorecen. El subsidio a la atención preescolar para los hogares más pobres; los 20 mil nuevos cupos en los pre kinder; las 800 nuevas salas cunas en Chile; el proyecto de ley de subvención diferenciada; el Código de Buenas Prácticas Laborales y No Discriminación para mujeres; el proyecto de ley que establece el derecho de sala cuna a toda madre trabajadora; la creación de 60 centros comunitarios de salud y genéricamente el aumento de cobertura del Plan AUGE; la creación del Ministerio de Seguridad Pública y el aumento de la dotación de Carabineros que verdaderamente son iniciativas que buscan hacerse cargo no sólo de la seguridad, sino de la sensación de seguridad de las familias y sus integrantes; el programa de intervención urbana en 200 barrios emblemáticos de Chile y el subsidio al cuidado de discapacitados que normalmente recae en mujeres.



También hay una medida a destacar que es el fondo para reconvertir laboralmente a aquellos mayores de 40 años que están desempleados y que generalmente son hombres a los cuales les cuesta muchísimo reingresar al mercado laboral, provocando traumas de proporciones en la vida familiar.



Genéricamente quedan algunas medidas de carácter institucional, focalizadas hacia el sector productivo, a la gestión de la ciudad y las regiones que se hacen cargo de demandas que tiene que ver con calidad de vida, empleo, pymes y emprendimiento como la creación del Ministerio del Medio Ambiente, el pago de proveedores, la modificación del sistema binominal y el Plan Trabajo para Valparaíso, Talcahuano y San Antonio, por mencionar sólo algunos.



En suma, el énfasis en las personas es claro, el énfasis en quienes tiene menores oportunidades es evidente y allí radica, justamente, la conexión que la Presidenta Bachelet tiene con la ciudadanía de manera directa, sin intermediarios. Los 100 primeros días marcarán sin duda al nuevo Gobierno con una apuesta por la renovación, una nueva gestión de contenidos y por hacerse cargo claramente de las contradicciones de un sistema que le ha permitido desarrollo y presencia internacional al país, pero que ha dejado atrás a segmentos más débiles. Esta tarea, no debe ser sólo gubernamental, sino el país debe estar empeñado en fortalecer la cohesión social como fruto de una sociedad integrada.



____________



Gonzalo Cowley P., es director adjunto del Instituto Chileno de Estudios Humanísticos, ICHEH.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias