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¿Refundar la Corfo?

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Aunque no se conoce ningún desaguisado grande en CORFO, tampoco se nota la acción de CORFO en estos años de crisis. Se sabe que los programas, llamados «horizontales» con que opera CORFO, alcanzan ahora los 50 y que cada uno tiene un diferente Consejo de Administración. No hay evaluación…


Por Ernesto Benado*

El artículo en El Mercurio  de don Eduardo Bitrán, ex Gerente General de CORFO y actual Presidente del Consejo Nacional de Innovación en el que con referencia a la crisis y la disponibilidad de recursos en CORFO llama a usarlos para atraer capital de riesgo en áreas relevantes  para Chile me provoca, la siguiente reflexión:

Mientras  los gobiernos radicales, los de Ibáñez, de Alessandri y Frei Montalva destinaron al cargo ejecutivo de CORFO a los más distinguidos profesionales de izquierda o derecha, como Guillermo del Pedregal, Pierre Lehman, Raúl Sáez y Sergio Molina los gobiernos de la Concertación han colocado a su frente a personas de bajo perfil, ajenos a los temas de fomento y especialmente sin iniciativa para elaborar una estrategia de desarrollo.

Si eso se ha debido a un deliberado intento de rebajar la función de CORFO, por su destacado rol en la etapa «desarrollista» o por las estatizaciones durante el Gobierno de Allende, o es sólo una consecuencia del cuoteo indiscriminado en que se ha caído en los cuatro gobiernos concertacionistas, es algo aún dudoso y por aclararse.

Fue en el gobierno corto del Presidente Aylwin cuando se inició la cuesta abajo. Se nombró al abogado René Abeliuk, hombre de leyes, pero absolutamente ajeno al Fomento Productivo, como primer Vicepresidente en la etapa de transición a la democracia.

Al asumir Eduardo Freí Ruiz Tagle, la segunda presidencia del gobierno de la Concertación designó, al ahora cuestionado por la Contraloría, Felipe Sandoval, el que mantuvo a CORFO en una inactividad notable. Lo reubicaron en la Subsecretaria de Pesca, área en la cual también era ajeno, y se ha mantenido en diversos cargos y directorios hasta ahora.

Al final de su período, Frei nombró como Vicepresidente  a Gonzalo Rivas un poco conocido funcionario de Economía, cuyo único mérito era ser yerno del ministro y candidato a Presidente Ricardo Lagos. Debido a su falta de experiencia don Gonzalo otorgó poderes amplios, con facultad de delegar, a una cadena de funcionarios internos de CORFO. El Presidente Lagos le renovó el cargo y después de 4 años, se descubrió que de la caja de seguridad se habían perdido 100 millones de dólares en certificados de depósitos validamente endosados y que terminaron en manos de Inverlink. Don Gonzalo se dio cuenta de la embarrada, sólo por que la infidencia de una secretaria del Banco Central provocó la fuga de depósitos en Inverlink y su consiguiente quiebra e insolvencia.

Don Gonzalo tuvo que renunciar y se fue a pasar el mal rato a un cargo en Washington en el BID. En su reemplazo fue nombrado en Marzo del 2003 el economista  Oscar Landerretche, experto en microeconomía y sin gran experiencia en materias de gestión. Su misión parece haber sido recuperar los 100 millones robados pero hacerlo guardando las espaldas de don Gonzalo. Como era de esperar no reestructuró la Fiscalía de CORFO, formalmente la principal responsable en la cadena de errores. Hasta el momento no se conoce el resultado de la recuperación de lo robado, por el contrario parece que se incurrió en nuevos gastos para pagar servicios legales internacionales y seguir la pista de los documentos perdidos. 

Al asumir la presidenta Bachelet y en función del acuerdo global con el grupo Expansiva, se designó al ex Subsecretario de Economía don Carlos Alvarez, que había formado parte del equipo de Gonzalo Rivas y de Oscar Landerretche, como Vicepresidente de CORFO .

Aunque no se conoce ningún desaguisado grande en CORFO, tampoco se nota la acción de CORFO en estos años de crisis. Se sabe que los programas, llamados «horizontales» con que opera CORFO, alcanzan ahora  los 50 y que cada uno tiene un diferente Consejo de Administración. No hay evaluación conocida de los resultados de estos programas en términos cuantitativos y lo que si se conoce es que en los programas con subsidios otorgados, hasta un 50% de los recursos, se quedan legalmente en manos de intermediarios. 

Estamos a un año del cambio de gobierno. Cualquiera que este sea, lo que requerimos es la designación a la cabeza de CORFO de una persona de gran nivel en la ingeniería y la economía, que no forme parte de ningún clan familiar ni partidista y que se comprometa a impulsar CORFO en la nueva senda del siglo XXI para que tengamos un proyecto de país y una estrategia coherente para lograrlo.

*Ingeniero civil y ex funcionario de CORFO

 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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