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El Cara y Sello del Pro Bono en Chile

Juan José Bouchón
Por : Juan José Bouchón Miembro del directorio de la Fundación Pro Bono.
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Mirando el gran desafío que tenemos por delante, esperamos que cada día más abogados se comprometan con la causa pro bono y que más personas sin recursos se beneficien con el inalcanzable anhelo de tener un abogado que los asesore y defienda.


En el mes de junio la Fundación Pro Bono publicó su Reporte 2009, que contiene un resumen del trabajo pro bono –asesoría legal gratuita- que han efectuado más de una veintena de estudios jurídicos del país. Dicho reporte es materia de orgullo, pero también de auto crítica.

Por un lado, podemos ver expectantes como la práctica pro bono se ha ido expandiendo en Chile. En el 2009, los abogados trabajaron casi 10 mil horas en forma pro bono, lo que equivale a un incremento del 120% y 22% sobre lo reportado en los años 2008 y 2009, respectivamente. Para tener una idea, dicho trabajo corresponde a hacer un aporte monetario de al menos $600 millones. Pero lo más importante, el esfuerzo de los abogados se tradujo en asistencia gratuita a más de 500 personas, incluyendo microempresarios, fundaciones y personas de escasos recursos, quienes no tienen los medios para pagar una asesoría legal de calidad.

[cita]Mirando el gran desafío que tenemos por delante, esperamos que cada día más abogados se comprometan con la causa pro bono y que más personas sin recursos se beneficien con el inalcanzable anhelo de tener un abogado que los asesore y defienda.[/cita]

Sin perjuicio de lo positivo de dichos números, el trabajo reportado corresponde a 12 horas anuales en promedio por abogado. No sólo el número parece insuficiente a simple vista sino que también está muy por debajo del propio benchmark que los estudios se impusieron, quienes el año 2008 firmaron la “Declaración de Trabajo Pro Bono para el Continente Americano”, asumiendo el compromiso de realizar en el plazo de 3 años al menos 20 horas anuales en promedio.

Cuando comparamos estos números con lo que hoy en día están haciendo en la materia las firmas legales de Estados Unidos, la brecha es aún mayor. Según el ránking pro bono 2009 de la revista American Lawyer, firmas de Nueva York tan prestigiosas –y sobrecargadas de trabajo pagado- como Debevoise & Plimpton, Skadden y Davis Polk realizan más de 120 horas pro bono en promedio. Asimismo, los primeros 70 estudios de dicho ranking reportan que al menos el 50% de sus abogados realizan más de 20 horas anuales, llegando dicho porcentaje a un sorprendente 90% en varios casos.

La Fundación Pro Bono está cumpliendo 10 años. Son muchos los logros para estar orgullosos de su labor, comenzando por que gracias a la fundación la práctica pro bono hoy en día está consolidada en nuestro país. Sin dejar de reconocer todo lo alcanzado en tan poco tiempo, debemos ser claros en que aún estamos lejos de la meta. Mirando el gran desafío que tenemos por delante, esperamos que cada día más abogados se comprometan con la causa pro bono y que más personas sin recursos se beneficien con el inalcanzable anhelo de tener un abogado que los asesore y defienda.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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