Lo que está en juego en el debate de la gratuidad de la educación universitaria no son sólo principios, sino que también un montón de plata. Y esa plata es de todos nosotros, por lo que cuando La Tercera o la revista Qué Pasa publica artículos o columnas en contra de una educación universitaria gratis debe ser transparente. De no ser así, se abre a críticas de que lo que está defendiendo no es necesariamente un principio, sino que los intereses de CorpBanca y su dueño.
El pasado viernes 14 de Octubre, en la revista Qué Pasa, Mario Chamorro, gerente general de CorpBanca, escribió una columna en contra de la educación universitaria gratuita. “El mito de la gratuidad” se titulaba. En el texto se argumenta que una educación gratis condicionaría el comportamiento de los alumnos y los haría apreciar menos lo que tienen. Chamorro usa como ejemplo su propia experiencia como estudiante de Economía en la Universidad de Chile: “La percepción del esfuerzo de mis padres me obligaba a una tarea continua que evitara despilfarrar el dinero invertido en mi educación”. El capo de CorpBanca también se sumó al coro de expertos que dice que una educación universitaria gratuita es regresiva y remató diciendo que “si los recursos se gastan en matrículas gratis, no se invertirán en mejorar la calidad de la enseñanza. Así, se reducirán los incentivos para ser buen alumno, y creo que aún serán menos los que en el futuro podrán contar mi historia”.
Inspiradora y bien contada su historia. Pero a Chamorro se le olvidó contar que CorpBanca tiene el monopolio del negocio de Crédito con Aval del Estado (CAE); que su jefe, el controlador de CorpBanca, es Álvaro Saieh; que el señor Saieh es también dueño de COPESA, y que COPESA es dueña de la revista Qué Pasa. Un mal pensado podría llegar a pensar que esto estaba arreglado.
[cita]Don Álvaro Saieh tiene todo el derecho a usar su grupo editorial para defender sus principios. Es más, la página editorial de un medio es exactamente el lugar donde se debe ver reflejada la visión de la sociedad que tienen los propietarios. Pero el lector tiene también todo el derecho a saber todos los posibles conflictos de interés para así poder formarse su propia opinión.[/cita]
La columna del gerente general de CorpBanca en Qué Pasa apareció un día después de una editorial del diario La Tercera titulada “Condiciones para dar más recursos a las universidades”. En ella, el diario condiciona el dar más recursos a las universidades tradicionales a una mayor transparencia. “Las instituciones tradicionales deben aceptar rendir cuenta por los aportes del Estado que reciben antes de exigir la entrega de mayores recursos públicos”, fue su argumento. Y puede ser un argumento muy válido, pero le faltó explicar algo importante: que mayores recursos a las universidades estatales podría traducirse en menores recursos a las privadas. ¿Y por qué es importante explicar esto? Porque menos plata para los privados puede traducirse en menos créditos con Aval del Estado, ya que esa es una de las principales fuentes de financiamiento para estudiantes de universidades privadas no tradicionales. Y menos créditos universitarios pueden significar menos negocios para CorpBanca. ¿Y quién es dueño de CorpBanca? Álvaro Saieh ¿Y de quién es La Tercera? de COPESA ¿Y quién es el dueño de COPESA? Álvaro Saieh. De nuevo, un mal pensado podría llegar a pensar que esto estaba arreglado.
Para un lector habitual de La Tercera, la postura editorial no debería haber sido una sorpresa. Ya en agosto -el 19 y el 21 para ser exactos- dos editoriales salieron en contra de una educación universitaria gratuita. En la del domingo 21 de agosto, “Nueva propuesta del gobierno para la educación”, el diario dice que “es importante que quienes puedan pagar sus estudios superiores, ya sea porque sus familias cuentan con los recursos o porque tienen altas expectativas futuras de ingresos, lo hagan”. En la del viernes 19, titulada “El aporte de las universidades privadas”, defiende el actual sistema y el rol del lucro: “La demonización del lucro desconoce, además, el aporte que hacen las universidades privadas a la formación de los jóvenes provenientes de hogares de menores ingresos”.
Ambas editoriales exponen argumentos válidos y apoyados por un importante sector de la sociedad. Pero al igual que la columna del señor Chamorro y la editorial del día 13 de Octubre, le faltó un párrafo. Sí, lo pueden adivinar, uno que dice algo así como «El diario La Tercera es parte del grupo editorial COPESA; COPESA es del señor Álvaro Saieh; El señor Saieh es dueño de CorpBanca y CorpBanca tiene control del negocio de los créditos universitarios (CAE)».
Ahora, don Álvaro Saieh tiene todo el derecho a usar su grupo editorial para defender sus principios. Es más, la página editorial de un medio es exactamente el lugar donde se debe ver reflejada la visión de la sociedad que tienen los propietarios. Pero el lector tiene también todo el derecho a saber todos los posibles conflictos de interés para así poder formarse su propia opinión.
Un ejemplo de cómo lo hace un medio serio es lo que publicó el Wall Street Journal el 14 de Septiembre (fue traducido y publicado por El Mercurio también). En portada de uno de los diarios más influyentes del mundo, un artículo demoledor cuestionando el futuro profesional del hijo del dueño, James Murdoch, por su rol en el escándalo de las escuchas ilegales de uno de sus diarios en Inglaterra. El artículo incluye un párrafo explicando la conexión entre la familia Murdoch y Newscorp, el grupo editorial que controla y que está detrás de todas sus propiedades en la industria de los medios. ¿Apostarían ustedes a que La Tercera hiciera algo similar con los Saieh o alguna de sus empresas?
Lo que está en juego en el debate de la gratuidad de la educación universitaria no son sólo principios, sino que también un montón de plata. Y esa plata es de todos nosotros, por lo que cuando La Tercera o la revista Qué Pasa publica artículos o columnas en contra de una educación universitaria gratis debe ser transparente. De no ser así, se abre a críticas de que lo que está defendiendo no es necesariamente un principio, sino que los intereses de CorpBanca y su dueño.
En julio de este año, una colega aquí en El Mostrador, citando a Manuel Riesco, economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, escribió que el desembolso fiscal total por el CAE en lo que va del año había sido por encima de los mil millones de dólares. Son cifras grandes, incluso para un señor con los recursos de Saieh. El tener un medio editorial da ciertos derechos, pero con ese derecho vienen también responsabilidades. Y la más básica es la responsabilidad de ser transparente con sus lectores. Sobretodo cuando la ciudadanía está pidiendo a gritos más transparencia a sus políticos, sus iglesias y sus empresarios. ¿Y por qué no a sus medios también?