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Batman, Bane y la sociedad armada

Jorge Inzunza H
Por : Jorge Inzunza H Académico de la FACSO U.de Chile. Psicólogo de la Universidad de Chile. Magíster en Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad de París X Nanterre. Doctorando en Educación de la Universidad Estadual de Campinas UNICAMP.
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Eran las 20:30 hrs. y la película “Ted” —el oso deslenguado con la voz de Peter Griffin— fue precedida por una tanda de 30 fatigantes minutos de publicidad, tanto de productos que podías comprar en el Hall del cine, como de una seguidilla de nuevas películas, entre ellas The Bourne Legacy, The Campaigny Looper, ¿el mínimo común denominador entre ellas? Las armas, disparos, explosiones, que acompañaban géneros diversos desde narraciones futuristas, pasando por las tradicionales de acción hasta comedias. Al salir del cine, se percibían ya los ansiosos movimientos de quienes en una hora más verían el estreno del año: “Dark Knight Rises”. Si bien Ted tendió a sacar alguna sonrisa con sus comportamientos groseros, era imposible no sustraerse a la excesiva violencia de la introducción —donde en mi infancia alcancé a disfrutar de “El mundo al instante”—, y la creciente tolerancia a ella por parte público estadounidense.

Es cosa de poner las cosas en contexto y darse cuenta que Batman no podría tener otra nacionalidad que la estadounidense, y que Ciudad Gótica no tiene nada que envidiarle a sus locaciones de Nueva York y Chicago. Los informes diarios de las mañanas comienzan con los disparos perpetrados en algún rincón de la ciudad, sin gran distinción de barrios. Y es que las armas en Estados Unidos son tan normales como cualquier producto de supermercado; de hecho Wallmart —la misma empresa que en Chile al comprar Líder decidió rematar el ron cubano—, vende armas por 40 dólares, pudiéndolas encargar por internet.

Son cerca de las 2 am, y un hombre con una máscara de gas se para en medio de una escena del estreno de Batman, lanza una bomba de gas y, armado con fusil de asalto, una escopeta y una pistola, comienza a disparar contra los espectadores, especialmente a quienes intentan escapar de la sala. Bane, el antagonista de esta nueva versión, pareció ser su inspiración. Los gritos se multiplicaron, la sangre, la gente implorando ayuda… más de 50 heridos y 12muertos. Estos hechos no son una excepción en la vida de Estados Unidos, ya son parte de una trágica cotidianeidad, basta recordar hechos como las masacres de: Texas (1991), Colorado (1999) —base de Bowling for Columbine—, Atlanta (1999),Minnesota (2005), Virginia (2007), Alabama (2009),Nueva York (2009), Virginia(2010), Connecticut (2010), California (2008), California (2012).

La productora de “Dark Knight Rises” decidió cancelar la promoción de la película, y algunas ciudades han decidido posponer el estreno. Tal vez este sea el único gesto simbólico, además de las sentidas palabras del Presidente Barack Obama esta mañana. El neoliberalismo económico de Estados Unidos defiende una política del “lejano oeste” en relación a la proliferación de las armas, en torno a la cual se erige una industria que, con seguridad, traspasa con sus “incentivos” al poder político. Es esta realidad la que hace prever que los hechos de esta madrugada se seguirán repitiendo, mientras Hollywood sigue construyendo un mítico elogio a la violencia gratuita. Faltan voces y movilización real, como la que ya han iniciado varios barrios de afroamericanos en Estados Unidos contra la violencia y la tenencia de armas. Mientras tanto en Ciudad Gótica cae la noche.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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