Señor Director:
No, claro que no. Seguimos siendo tan desiguales como lo éramos el 2006, el 2003 y en 1998, e incluso hoy en día somos más desiguales de lo que lo éramos hace medio siglo atrás, en 1957, año en que se midió la desigualdad en nuestro país por primera vez.
Nuestro coeficiente de Gini (el índice estadístico que mide la desigualdad) ha oscilado durante los últimos veinte años entre los 0,58 y los 0,54 puntos, aumentando y disminuyendo reiteradas veces pero siempre manteniéndose dentro de estos márgenes.
Hoy, al igual que antes, nuestro indicador muestra un leve descenso respecto de un pequeño aumento anterior (pasamos en tres años de 0,55 a 0,54 puntos) sólo que esta vez nuestro gobierno en una cuestionable estrategia comunicacional ha decidido anunciar este descenso con bombos y platillos.
Pero ¿Hay algo distinto en la medición de este año? Sí, el punto de comparación. El último registro con el que nos estemos comparando se tomó el 2009, año en el que la crisis internacional repercutió fuertemente en nuestro país, contrayendo la economía en 1,7% puntos del PIB y aumentando enormemente el desempleo. El ingreso de muchos chilenos que ganaban el mínimo pasó a cero. No es de extrañar entonces que la brecha entre el 10% más pobre y el 10% más rico haya disminuido como nunca antes lo había hecho en las últimas dos décadas, pues tampoco en estas se tenía registro de un aumento tan grande como en la del año 2009. El número de veces en que el ingreso de los más ricos contiene al de los más pobres pasó de 46,2 a 35, siendo que previo a la crisis esta diferencia era de 31,3 veces. La pregunta es entonces: ¿se disminuyó la desigualdad o se volvió al mismo promedio inaceptable de siempre?
David Amiama Hitelman
Miembro Comisión de Reforma Tributaria del Centro de Estudios Fech (CeFech)
Activista de Revolución Democrática
