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La ministra Matthei y el debilitamiento de las instituciones

Ramón Farías
Por : Ramón Farías Diputado de la República de Chile por el Distrito 30, que comprende las comunas de San Bernardo, Calera de Tango, Buin y Paine.
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No respetar al Congreso de la República, tratándolo de la manera que lo hace es, finalmente, denigrar y seguir debilitando una institución que es democrática y que, por el contrario a lo visto estos días, debemos fortalecer.


La desesperación manifiesta de la Ministra Evelyn Matthei al tratar al Congreso despectivamente, lanzando garabatos en algunas sesiones y luego públicamente tratando pésimo a los congresistas porque expresan una opinión, que es democrática y que tiene que ver con miradas y pensamientos, retrata la también desesperación de este gobierno y  la poca inteligencia respecto de cómo enfrentar los problemas. Delata, más bien, una manera de enfrentarlos digna del estilo de la dictadura, con golpes, garabatos y agresiones, más que con una conversación.

A la ministra Matthei se le olvida que durante la época en que nosotros éramos gobierno y se debatía el tema del Transantiago, ellos le pusieron 1000 pesos al financiamiento de este sistema de transportes. En ese momento, lógicamente que alegamos, pero nunca con garabatos ni agresiones verbales y destempladas.

No respetar al Congreso de la República, tratándolo de la manera que lo hace es, finalmente, denigrar y seguir debilitando una institución que es democrática y que, por el contrario a lo visto estos días, debemos fortalecer. Frente a la opinión pública, hoy los políticos estamos desacreditados, las instituciones republicanas y democráticas están debilitadas, y estas declaraciones que hace Evelyn Matthei contribuyen precisamente a ese debilitamiento. Eso es peligroso, porque en la medida que tengamos instituciones que no tienen fuerza ni credibilidad, la democracia se hace más débil y puede ser el inicio de la inestabilidad de nuestro sistema.

Parece que la Ministra no logra medir eso, o más bien tiene una formación claramente antidemocrática, y le gustaría mandar por sobre todos. Se le olvida su época de senadora, cuando estuvo en el parlamento que, tal como lo indica su nombre, es para parlamentar, dialogar y llegar a acuerdos.

Repudio de manera más absoluta las palabras de la Ministra Matthei. Creo que debería pedir disculpas, no sólo por lo que dijo ahora sino que también por haber emitido los improperios que emitió en una de las sesiones especiales de la cámara. Creo que personas como ella no merecen estar en el servicio público y no representan a las mujeres que trabajan en política.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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