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Respuesta a críticas por subvención escolar

Por: Sebastián Izquierdo Secretario Ejecutivo (T.P), Agencia de Calidad de la Educación


Señor Director:

Llama la atención que en la columna “Contradicciones de la subvención para la clase media” del señor Juan Eduardo García Huidobro (El Mostrador, 16 de enero 2013) no se haya mencionado la nueva arquitectura institucional del sistema educacional de Chile, especialmente el rol que juega la Superintendencia y la Agencia de Calidad de la Educación; llegando a afirmar lo siguiente “Esta nueva subvención les da más plata a los sostenedores y no les exige nada a cambio”.

Este nuevo proyecto de ley, que crea una subvención adicional para el tercer quintil de la población, se encuentra dentro de un marco institucional donde sí existen exigencias a los sostenedores que reciben financiamiento del Estado, teniendo como principales garantes a la Superintendencia Escolar, responsable de fiscalizar el buen uso de los recursos financieros, y a la Agencia de Calidad de la Educación, encargada de evaluar y orientar a la mejora de los resultados de los establecimientos.

Aún más, si la Superintendencia considera que la subvención entregada por parte del Estado no fue usada bajo la respectiva normativa, el establecimiento será sancionado pudiendo, en última instancia, perder el reconocimiento oficial.

Por su parte, a través de la Agencia se hará responsable a los sostenedores y directores de los establecimientos por sus resultados en el cumplimiento de los estándares de aprendizaje y de los otros indicadores de calidad (por ejemplo, la convivencia escolar). En términos concretos, se evaluará el proceso educativo con una visión más integral y comprensiva, y, a la vez, se revocará el reconocimiento oficial a aquellos establecimientos que no alcancen los niveles esperados en forma reiterada.

La subvención de clase media distribuye diferencialmente el aporte que hace el Estado a la educación escolar, dependiendo del origen socioeconómico de cada alumno y reconociendo las desigualdades de origen presentes en nuestro país, con el fin de equiparar las oportunidades de todos los chilenos. Así, el Estado entrega un mayor monto de subvención a menor nivel socioeconómico, focalizando sus recursos en los más necesitados. De esta forma, la subvención aquí discutida es en el fondo una extensión de la SEP (Subvención Escolar Preferencial), para los niños pertenecientes al tercer quintil, y se inscribe en una nueva institucionalidad que recoge los requisitos que orientaron la creación de la SEP.

Ignorar este nuevo marco institucional en el que se deberán desempeñar los establecimientos escolares es ignorar uno de los acontecimientos más importantes que ha tenido nuestro sistema educativo en los últimos años. La invitación es a construir sobre este marco para potenciar las posibilidades de lograr una educación más equitativa y de igual calidad para todos.

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