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Un absurdo modo de «incentivar»

Eduardo Martínez Machuca
Por : Eduardo Martínez Machuca Médico. Alcalde de La Calera.
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Resulta absurdo e inentendible que un incentivo para “mejorar” la gestión se asigne a los municipios que según indicadores a mi entender muy errados, registran mayor eficiencia dejando de lado a municipios que con menores ingresos hacen milagros para cumplir con las demandas de la ciudadanía.


La Ley de Presupuesto 2012 creó el Fondo de Incentivo al Mejoramiento de la Gestión Municipal (Partida 05 / Capítulo 05 / Programa 03 / Programas de Desarrollo Local, Subtítulo 33 / Ítem 03 / Asignación 010), destinado –suponíamos – a apoyar a aquellos municipios con problemas de gestión.

Para distribuir los abultados recursos destinados a este fin, las 345 comunas del país fueron clasificadas en cinco grupos según su “tipología”. Es decir, si se les considera comunas grandes con desarrollo alto o medio; mayores con desarrollo medio, urbanas con desarrollo medio, semi urbanas y rurales con desarrollo medio o semi urbanas y rurales con desarrollo bajo.

Para discernir qué comunas serían beneficiadas con la distribución de los abultados recursos para motivar el mejoramiento de la gestión, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), encargada de administrar el Fondo, consideró y evaluó cinco indicadores, asignando un valor a cada uno:

[cita]Resulta absurdo e inentendible que un incentivo para “mejorar” la gestión se asigne a los municipios que según indicadores a mi entender muy errados, registran mayor eficiencia dejando de lado a municipios que con menores ingresos hacen milagros para cumplir con las demandas de la ciudadanía.[/cita]

– Patentes pagadas sobre total considerando los años del 2008 a 2010

– El cumplimiento en la reportabilidad instruida por la Contraloría General medido como porcentaje del total de informes anuales entregados

– Deuda previsional acumulada del municipio y servicios traspasados en los últimos tres años

– Relación de proyectos con Recomendación Favorable (RS) sumados a los con Información Faltante (FI) presentados a Mideplan en los últimos tres años, y

– El conjunto de partidas de ingresos municipales versus partidas de gasto municipal denominados “Gasto Interno”.

Parece lógico, pero el gran fiasco está en el último indicador, que pretende comparar ingresos municipales versus gasto interno municipal, porque resultaría razonable si se midiera el gasto interno en relación a ingresos similares. Es decir, si todas las comunas tuvieran iguales ingresos, la que registra más gasto interno sería la que presenta peor gestión y, a la inversa, la que menos gasta exhibiría mejor gestión.

Resulta absurdo considerar que comunas con ingresos de $1.000 millones al año y gastan 900 millones, sean mejor evaluadas que las que perciben 500 millones y gastan 500 millones de pesos. Es evidente que las que cumplen su labor con menos recursos registran mejor gestión que las que invierten más por los mismos ítems. Aclaro que lo que se considera en esta medición es el gasto interno, no la inversión total por servicios hacia la comunidad.

Pero la Subdere no lo consideró así y al distribuir los recursos para “mejorar” la gestión premió a las que presentaban diferencias favorables entre sus gastos y sus ingresos.

Así, por ejemplo, de los 20.560 millones de pesos del Fondo, Las Condes fue premiada con un “incentivo” de $371 millones para mejorar su gestión… porque registra una mejor gestión, según esos parámetros. Fue favorecida por tener mayores ingresos aunque gasta más que las demás comunas en satisfacer las necesidades básicas de sus vecinos. También fueron “premiados” los municipios de Providencia, Vitacura, Santiago, Viña del Mar y Santo Domingo, entre otras con elevados ingresos.

Por cierto, aunque por los mismos servicios gastan mucho menos, municipios como La Calera, que con menores ingresos necesariamente debe ser más eficiente, quedaron sin el “incentivo”.

Resulta absurdo e inentendible que un incentivo para “mejorar” la gestión se asigne a los municipios que según indicadores a mi entender muy errados, registran mayor eficiencia dejando de lado a municipios que con menores ingresos hacen milagros para cumplir con las demandas de la ciudadanía.

En La Calera analizamos estos procedimientos junto a otros ocho municipios de la Región de Valparaíso igualmente afectados por este error discriminatorio y resolvimos golpear todas las puertas para que se revise y corrija este absurdo método de asignación.

El problema es que hasta ahora todas las puertas permanecen cerradas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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