¿Quién no tiene deudas hoy en Chile? ¿Se puede considerar sana una economía donde dos de cada tres chileno está endeudado?
Chile ya no es un país prioritario de la cooperación internacional. No más ayuda al desarrollo para un país estrella de la escena mundial. ¿Sorpresa? No, cada día se deja claro que Chile está mejor que nunca.
País en crecimiento, que cuenta con cifras macroeconómicas envidiables, país destino de inmigración, con niveles de pobreza de los más bajos de Latinoamérica, uno de los mejores índices de desarrollo humano, un Estado poco endeudado. País envidiable desde la vieja Europa, el sueño latinoamericano…
¿Pero qué nos pasa? ¿Donde está la disyuntiva que tanto buscamos? Por un lado, buenas cifras económicas, y por otro un malestar social más que demostrado. Poca valorización ciudadana hacia los partidos políticos, los principales canalizadores de demandas, los que en teoría sustentan el sistema democrático.
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¿Cimientos sólidos o suelos arenosos? Está claro que las prioridades de Chile son otras, es un país que pasó a una etapa superior. Sin embargo la campaña presidencial que recién se inicia debe centrarse en el nuevo objetivo: la superación de la desigualdad. Las desigualdades son territoriales, económicas, sociales, políticas, de género etc. Políticas por la falta de representatividad, sociales por la dificultad aún existente del acceso igualitario a mejores oportunidades vía una educación de calidad; económica, referida a la desigualdad de renta, dificultando a su vez el acceso a una buena salud, que atenta directamente contra la vida. Según la OCDE, Chile sigue teniendo el segundo sueldo mínimo más bajo de ese organismo. ¡Ah! Pero, Habemus Creditum. El acceso al crédito, incentiva el consumo, facilita los pagos, promueve el comercio.
Desde los años ochenta la adquisición de deudas como práctica financiera de las familias ha ido en incremento. Si no viene acompañado de una cierta educación financiera hacia los hogares, el uso excesivo de los créditos es y será siempre suicida para las familias. ¿Quien no tiene deudas hoy en Chile? ¿Se puede considerar sana una economía donde dos de cada tres chileno está endeudado?
Desigualdad territorial, por la clara carencia de descentralización política y económica. La emigración hacia las ciudades sigue su curso, cuando el potencial de las zonas rurales no ha sido explorado en su plenitud. Hoy en Latinoamérica, cerca del 80% de la población vive en zonas urbanas, en Chile esta cifra alcanza el 87%.
Las sociedades tienen etapas evolutivas, la clase política debe hacerse responsable para que esa evolución no sea marcada por un quiebre que polarice una sociedad en pleno despertar, sino que más bien materialice el espectro de lo posible, para que su estrella no sea fugaz.