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¿Se puede hacer llover?

Patricio Fuenzalida Ramírez
Por : Patricio Fuenzalida Ramírez Seremi Agricultura R.M.
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Al clima no es posible meterlo dentro de un modelo que se pueda manejar, lo que sí afirmamos es que la relación beneficio-costo de esta actividad indica que no debemos desaprovecharla. La decisión la tiene el sector privado que es quién debe levantar la demanda y nosotros apoyar la desde nuestras propias competencias, especialmente con la Comisión Nacional de Riego que es quién ha estado monitoreando esta técnica en distintos países, con series de resultados más largas que el nuestro.


Quizás con la espiritualidad ritual de nuestros pueblos originarios la respuesta debiera ser positiva, pero la cruda racionalidad del presente nos obliga a responder categóricamente que no. Lo que sí se consigue, y es lo que han venido indicando las cifras de precipitaciones, en las regiones donde se ha estado aplicando la técnica de Siembre de Nubes en los últimos años (V y VI), es que se obtiene entre un 10 a un 15% más de lluvias mediante la estimulación de nubes.

Sin entrar en tecnicismos, lo que se consigue con la siembra de yoduro de plata al interior de una nube, es que la partícula de agua al interior de ésta y previamente identificada como óptima para aplicar la siembra, incremente su densidad facilitando así su precipitación, que de otra manera no ocurriría. Es decir No es lluvia artificial, sino que estimula a que el agua contenida al interior de una determinada nube llegue al suelo, al ver aumentado su densidad y peso.

[cita]Al clima no es posible meterlo dentro de un modelo que se pueda manejar, lo que sí afirmamos es que la relación beneficio-costo de esta actividad indica que no debemos desaprovecharla. La decisión la tiene el sector privado que es quién debe levantar la demanda y nosotros apoyar la desde nuestras propias competencias, especialmente con la Comisión Nacional de Riego que es quién ha estado monitoreando esta técnica en distintos países, con series de resultados más largas que el nuestro.[/cita]

En nuestra región, dada la nula inversión pasada en infraestructura de Embalses que la puedan contener y guardar para la época de riego, lo que necesitamos es la precipitación en forma de nieve más que de agua lluvia, dado que ésta última ocurre en Invierno, es decir cuando no la requerimos para las faenas agrícolas, siendo sí importante para la infiltración de los acuíferos subterráneos. Por lo expresado, es que la estimulación la debemos concentrar en la alta Cordillera, es decir, que la precipitación perseguida, ocurra sobre la isoterma 0 (nivel de congelamiento del agua) y logre mantenerse en el suelo como nieve sin hacerse líquida sino que sólo hasta la época de Primavera-Verano, que es cuando nuestros ricos campos de la Región Metropolitana la están esperando. Ése deberá ser mientras tanto nuestro “embalse natural”.

¿El resultado está asegurado?, obviamente que no, dado a que al clima no es posible meterlo dentro de un modelo que se pueda manejar, lo que sí afirmamos es que la relación beneficio-costo de esta actividad indica que no debemos desaprovecharla. La decisión la tiene el sector privado que es quién debe levantar la demanda y nosotros apoyar la desde nuestras propias competencias, especialmente con la Comisión Nacional de Riego que es quién ha estado monitoreando esta técnica en distintos países, con series de resultados más largas que el nuestro.

Por último quiero dar a conocer que en nuestras actas del Cabildo de Santiago de 1740, se da cuenta de la trágica situación de la población y de los agricultores por la “seca” que asolaba a nuestra región desde hace ya algunos años y por lo “que se manda a hacer una novena a San Isidro para que haga cesar la sequía”, la que se repite varias veces durante ese año. En 1742 se empezó en Mayo con San Isidro “sordo e inclemente” por lo que luego se pasó a la Virgen del Socorro y en Agosto a San Antonio. Ineficaces debieron ser estas rogativas porque al año siguiente las novenas y procesiones se repitieron a todos los santos nombrados y también a San Francisco Solano y a San Saturnino. (“180 años Sociedad del Canal de Maipo 1827-2007”- pág. 29).

Es hora que dejemos descansar a estos señores que bastante preocupación deben tener en la actualidad, y enfrentar el tema con herramientas más científicas que la tecnología pone a nuestra disposición y que desde el Ministerio y el Gobierno Regional estamos dispuestos a apoyar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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