Publicidad

Michelle Bachelet y el financiamiento de la educación.

Eugenio Rivera Urrutia
Por : Eugenio Rivera Urrutia Director ejecutivo de la Fundación La Casa Común.
Ver Más

La educación así financiada no excluye la presencia de proyectos educacionales privados, con la sola condición que no discriminen en el acceso, no busquen fines de lucro y cumplan con los niveles educacionales exigidos. Genera además vínculos entre los niños y jóvenes que proviniendo de diferentes círculos sociales se reconocen como parte de una misma comunidad generando condiciones para una mayor cohesión social, base fundamental de una sociedad que vive en paz.


Al contrario de lo que la derecha ha venido sosteniendo, la ex presidenta Michelle Bachelet está pronunciándose con claridad respecto de los temas prioritarios del país. Es positiva, además, su actitud de calificar sus afirmaciones como visiones personales sugiriendo que está abierta al debate con la ciudadanía.

En una entrevista con la Radio Cooperativa sostuvo que “es regresivo que quienes pueden pagar (por su educación) no paguen” y llevándolo a nivel personal agregó: “No veo por qué yo no voy a poder pagar por la educación de mi hija. Personalmente creo que yo puedo pagar la universidad de mi hija. Esa es mi opinión personal”.

La ex – Presidenta tiene razón en el contexto del Chile de hoy en que impera una estructura tributaria regresiva, en que las capas de menores ingresos pagan proporcionalmente más impuestos que los grupos más adinerados. En el caso de las capas medias, éstas tienden a pagar menos impuestos que los sectores de de mayores ingresos, pero deben afrontar con sus propios medios, la previsión, la educación (debido al copago) y la salud. Sería aún más injusto y más regresivo que quienes más ganan, además, no pagaran la educación de sus hijos.

[cita]La educación así financiada no excluye la presencia de proyectos educacionales privados, con la sola condición que no discriminen en el acceso, no busquen fines de lucro y cumplan con los niveles educacionales exigidos. Genera además vínculos entre los niños y jóvenes que proviniendo de diferentes círculos sociales se reconocen como parte de una misma comunidad generando condiciones para una mayor cohesión social, base fundamental de una sociedad que vive en paz.[/cita]

Sin embargo Chile debe ir más allá. Como ocurre en la mayor parte de los países desarrollados, en particular en los países en que existen mayores niveles de igualdad, estructuras tributarias progresivas coexisten con una educación pública gratuita e igualitaria.
¿Por qué la educación debe financiarse con recursos generales de la Nación?

La razón más importante es porque es la manera más adecuada de asegurar que todos y todas reciben la mejor educación posible. Porque de esta forma quienes más tienen más contribuyen al financiamiento de una educación igualitaria y de calidad. Sus mayores recursos no financian sólo la mejor educación para sus hijos sino que para todos independiente de la cuna en que nacieron. Como ha señalado con razón el movimiento estudiantil, es el mecanismo más eficaz para asegurar que la educación que se recibe no depende del poder adquisitivo individual. Desde el punto de vista de la integración social, la educación financiada con recursos generales permite el encuentro de los diferentes grupos sociales, generando procesos de aprendizaje que no son posibles en el mundo segregado que caracteriza nuestro actual sistema educacional. Naturalmente, que la educación gratuita no asegura por si sola alcanzar este objetivo. Es necesario además realizar grandes esfuerzos para abordar la segregación que afecta a nuestras ciudades y que separa a la ciudadanía de manera que recuerda a la vieja Sudáfrica del apartheid.

La educación así financiada no excluye la presencia de proyectos educacionales privados, con la sola condición que no discriminen en el acceso, no busquen fines de lucro y cumplan con los niveles educacionales exigidos. Genera además vínculos entre los niños y jóvenes que proviniendo de diferentes círculos sociales se reconocen como parte de una misma comunidad generando condiciones para una mayor cohesión social, base fundamental de una sociedad que vive en paz.

La opción por una educación gratuita financiada con ingresos generales incide además en la definición del tipo de reforma tributaria que se requiere. En efecto, si sólo se tratara de acopiar mayores recursos se podría continuar con lo que ha sido la tónica de las últimas décadas: recurrir principalmente a los impuestos indirectos, en particular el IVA, que por definición caen con mayor fuerza sobre quienes destinan la mayor parte de sus recursos al consumo. Por el contrario, si además de recaudar mayores ingresos fiscales, se busca revertir el carácter regresivo de la estructura impositiva haciendo que quienes tienen más contribuyan más al financiamiento de los bienes públicos se hace necesario que los impuestos directos se transformen en la principal fuente de recursos públicos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias