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Marca AC: La piedra en el zapato que zanjará la 2da Vuelta


A 5 días de los comicios parlamentarios y presidencial del 17 de noviembre, resulta necesaria -o al menos sugerente- releer la estrategia social de organizaciones de base que impulsan la creación de una Asamblea Constituyente para la patria; respetada en tanto legítima.

Y es que apelando a la moral «ciudadana» convenida en los últimos años de protesta social, donde el espíritu de lucha de estudiantes y pobladores logró mover milimétrica pero mediáticamente el tenor de las agendas electorales; la alternativa política de reformular la Carta Fundamental de Chile es un desafío. Una meta que a corto plazo y a lo sumo, durante la próxima administración Gubernamental, deberá ser abordada inteligentemente por quien ostente la representación popular del pueblo chileno (al menos en la teoría republicana).

El Movimiento Social por una Asamblea Constituyente, que como consigna ha impulsado durante los meses de campaña electoral «Marca tu Voto; Marca AC», ha logrado en gran medida esclarecer ante la opinión pública las falacias del Estado moderno, y por tanto, las acusaciones institucionalizadas que propenden a un estatus quo en las reglas del juego; como el Servel, Ministerio del Interior y Gobierno de Piñera en general.

Sin embargo, las luchas sociales por la Educación Gratuita Pública Laica y de Calidad como un derecho fundamental, el Fin del Sistema «Previsional» de AFP, Salud digna y nuevas formas de cohesión social donde se instala AC, han logrado insertar en las agendas y programas de Gobierno 2014, el tenue despertar de una clase trabajadora masificada, compartida y sentida por gran parte de la población, no sólo por los obreros.

Un hito que luego de los 17 años de dictadura militar y otros 23 de la transición y tecnocracia concertacionista, era previsible e imperante.

Pero… ¿qué ocurrirá en la Segunda Vuelta?
El Pueblo de Chile, en su mayoría -salvo los fundamentalistas y los obsecuentes-, sabemos que la opción de que un candidato logre los votos necesarios para ganar en una primera instancia es muy difícil, al borde de lo imposible.  Existen 9 alternativas y aquello abre un flanco en la discusión que ya no se pude ni conviene desoír.

La candidata del Pacto Nueva Mayoría, que más que nueva es efectivamente un pacto mayoritario, se perfila entonces como la primera carta que veremos en Segunda Vuelta.
Asimismo, existen candidat@s que -escupiendo en las encuestas tradicionales- competirán en una segunda instancia.  Aquel es el caso de Marcel Claude (Todos a La Moneda), Marco Enríquez-Ominami (PRO), eventualmente Alfredo Sfeir (Partido Ecologista) y hasta Franco Parisi (Independiente y nuevo paladín de la derecha post moderna).

La candidata Evelyn Matthei, con la UDI y RN royendo el poder de manera histérica y desconsolada, difícilmente se proyecta en una Segunda Vuelta, ya que su electorado será más que todo testimonial, y apelará al voto conservador, pinochetista y fascista recalcitrante.  En esa misma lectura, la derecha neoliberal es probable que vote a Parisi o Bachelet, por cuanto «el siete para Chile», en sus condiciones obejtivas, se condice con los proyectos neoliberales mencionados.

Lo realmente interesante de esta reflexión es ¿cuánto pesará el voto marcado, objetado o no, válido y que marcará un precedente en la historia reciente?.

En el entendido que Bachelet y Claude, o Enríquez-Ominami, pasen a Segunda Vuelta, el voto que ahora puede sonar a moda republicana, será decisivo para alcanzar la victoria.

El voto marcado con las siglas AC será masivo, quizás no mayoritario, pero sí masivo.  Aquello obligará a las partes interesadas en llegar a La Moneda a transparentar su propuesta en materia de Asamblea  Constituyente, lo que ayudará al candidato que llegue junto a Bachelet a la Segunda Vuelta.  Por el contrario, está claro en función de la ambigüedad planteada por el Pacto Nueva Mayoría y su abanderada presidencial, Michelle Bachelet, respecto de una nueva constitución vía parlamento, provocará que muchos electores que marcaron AC en una primera instancia, no le entregarán su respaldo a la ex-presidenta.

De ese modo, puede que los sufragios marcados con AC, converjan en un real apoyo al candidato opositor a la derecha concertacionista (Nueva Mayoría).  En esa línea, puede que los votos de Sfeir, Roxana Miranda, M-EO, y Claude, se unifiquen en alguna medida, y respalden a quien llegue a la Segunda Vuelta, con la lógica de generar una Asamblea Constituyente real.

Interesante entonces, resulta la alternativa de AC, la que en el mejor de los casos podrá conseguir un logro que por diferentes motivos y todos criticables, no posibilitaron una concreta, mayoritaria y viable correlación de fuerzas de izquierda en una candidatura única.  Aquel logro, y el que todos los votantes que creen en AC puedan votar por el candidato que le haga frente a la Nueva Mayoría, podría ser la gran ganacia de la campaña «Marca tu Voto», y la concresión de lo que hace meses, se instaló como una «posibilidad referencial».

Es así, como frente a un escenario donde la postura de Bachelet ha sido ambigua, con alternativas de Reformas Constitucionales insuficientes para el período revolucionario que se ha comienzado a gestar, puede que finalmente «Marca tu Voto; Marca AC» consiga los logros inspirados en una definición concreta respecto de tener una Asamblea Constituyente, social, poblacional y de base; revestida en una candidatur y opción presidencial de cara a 2014.

Una Carta Fundamental que legítimamente guíe el futuro de la patria, y que sea respetada y resguardada por la ciudadanía, que en la actualidad tanto repudia y se opone a la Constitución maldita de Pinochet, Guzmán y Merino.

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