Si se trata de reflexionar sobre el modelo de economía libre implementado en Chile, pues, bien, propongo las siguientes preguntas para la siguiente versión de ensayo de la PSU: ¿Cómo ha mejorado la situación económica de las familias más pobres de Chile desde la implementación de políticas de liberalización económica? ¿Cuánto ha disminuido la pobreza y la pobreza extrema en los últimos 30 años?
El viernes recién pasado un artículo publicado en páginas interiores de un matutino llamó la atención de muchos. Tanto, que se transformó en la noticia más vista de la versión web de ese diario y la imagen que acompañaba a la nota circuló velozmente por redes sociales, convirtiéndola en un viral.
¿De qué trataba el artículo? La nota anunciaba que el DEMRE puso a disposición de los alumnos que se preparan para la próxima Prueba de Selección Universitaria (PSU) los siete modelos de prueba para este año. Entre ellos, llamó la atención el de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, en particular, las preguntas 10 y 16 que vienen en ese facsímil.
Ambas preguntas hacen referencia a que “quien hizo fortuna sólo lo logró a costa del resto, especialmente los más pobres, sin principios ni ética y, por lo tanto, merecedor de todo repudio”.
La primera pregunta se refiere a la relación entre los países con mayor y menor PIB, que se ilustra con la imagen de un tipo de corbata, obeso, comiéndose groseramente el mundo y dejando unas migas caer en el plato de un tipo moreno, pequeño y desnutrido. La pregunta 16 se refiere a la economía en Chile. En este caso, a diferencia de la pregunta 10, la ilustración que la acompaña no es sólo una referencia visual sino que forma parte de la pregunta, pues se pide a los evaluados indicar qué problema derivado supuestamente del modelo económico chileno se ilustra en la imagen.
[cita]Si se trata de reflexionar sobre el modelo de economía libre implementado en Chile, pues, bien, propongo las siguientes preguntas para la siguiente versión de ensayo de la PSU: ¿Cómo ha mejorado la situación económica de las familias más pobres de Chile desde la implementación de políticas de liberalización económica? ¿Cuánto ha disminuido la pobreza y la pobreza extrema en los últimos 30 años?[/cita]
El dibujo muestra muchas personas apiladas sobre una tabla al borde de un precipicio, que ven con horror cómo un tipo se aleja de ellos con una carretilla con dinero hacia tierra firme. El mensaje subliminal en ambos casos –quien hizo fortuna sólo lo logró a costa del resto, especialmente los más pobres, sin principios ni ética y, por lo tanto, merecedor de todo repudio– es evidente y absolutamente impropio de una institución pública como la Universidad de Chile y el DEMRE –departamento de la Universidad de Chile encargado de la confección, aplicación y corrección de la PSU–, de un instrumento como la PSU y del sistema de admisión universitaria.
¿Es razonable que en las preguntas de la PSU se emita este tipo de juicios? ¿Por qué el DEMRE emite entre líneas su opinión, sin siquiera mostrar evidencia? En mi opinión, aun mostrando evidencia no es justificable, pero, si lo va a hacer, al menos que se refiera a asuntos con algún respaldo empírico. Por todos lados es inaceptable que este tipo de preguntas se integren en los ensayos o en las pruebas reales que toman los alumnos que esperan seguir su desarrollo en las universidades.
Si se trata de reflexionar sobre el modelo de economía libre implementado en Chile, pues, bien, propongo las siguientes preguntas para la siguiente versión de ensayo de la PSU: ¿Cómo ha mejorado la situación económica de las familias más pobres de Chile desde la implementación de políticas de liberalización económica? ¿Cuánto ha disminuido la pobreza y la pobreza extrema en los últimos 30 años?
No intento hacer una defensa a brazo partido del mercado, pues estoy convencido DE que la solución a los problemas de nuestra sociedad (y de cualquier otra) no proviene exclusivamente del mercado ni, mucho menos, del Estado, sino de la sociedad civil, que es la que mejor puede enfrentar sus dificultades y proponer soluciones sostenibles, efectivas y apropiadas a las problemáticas sociales.
Sin embargo, el descrédito que estas preguntas atribuyen a la economía libre es inaceptable, mientras que –por el contrario– la evidencia muestra que en lo que realmente importa –un sinnúmero de indicadores de bienestar humano, como el acceso a agua potable, la vivienda, el uso de tecnología, etc.; y otras referencias económicas, como los índices de pobreza, inflación, etc.– la situación de vida de los chilenos y chilenas es sustancialmente mejor que antes y la razón principal de ese progreso es la adopción de políticas de matriz liberal.
Si realmente nos importa mejorar la calidad de nuestra educación, cosa que se echa de menos en el debate actual, tan lleno de lucro y gratuidad, entonces preocupémonos de no ridiculizarla ni empobrecerla, metiendo preguntas de contrabando que sólo buscan teñir de ideología pequeña, bajita, a un instrumento que ya tiene suficientes cuestionamientos encima como para cargarle otro muerto.
