Errores que perjudican a personas
Para el año 2014 el Fosis ha reducido drásticamente los recursos del Programa de Acceso al Microcrédito. Una pésima señal que representa la posibilidad que el Estado de Chile comience a retirarse del apoyo al sector, con consecuencias sobre esta actividad que sí podrían llegar a ser significativas.
La Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda (Dipres) ha publicado un estudio de evaluación de programas sociales que expresa serios reparos a algunos de los programas evaluados. En particular, se menciona el Programa de Acceso al Microcrédito del Fosis, que desde el año 2008 (no 2010 como señala erróneamente el informe citado) viene fomentando eficazmente el acceso a financiamiento productivo de los emprendedores más vulnerables de Chile.
Acceder a financiamiento, cuestión que cualquier empresa requiere para su desarrollo, no es cosa fácil para los emprendedores más vulnerables. La informalidad de sus negocios y los reducidos montos que solicitan hace que sean poco atractivos para el sistema financiero tradicional. Afortunadamente el Estado ha comprendido este problema y ha puesto al servicio de la inclusión financiera un instrumento de fomento sencillo, con objetivos claros y muy eficaces. Nos referimos justamente a programas como el de Fosis.
Llaman la atención los errores técnicos evidentes y la falta de prolijidad en los que incurre el informe de la Dipres, sobre todo cuando ello tiene efecto en la evaluación de programas sociales relevantes.
Entre otras inexactitudes, destaca la aseveración que el programa de Fosis habría disminuido en el número de beneficiarios atendidos entre 2009 y 2012 en 39%, pese a que la inversión pública aumentó. De acuerdo a cifras de la Red para el Desarrollo de las Microfinanzas de Chile, el programa pasó de facilitar el acceso a crédito de 34 mil microempresarios el 2009 a más de 47 mil el 2012. Es decir, un 40% de aumento en el período.
Aparte de esta y otras inexactitudes que contiene el informe, como confundir presupuesto aprobado con presupuesto efectivamente ejecutado, se realizan afirmaciones que a nuestro juicio denotan una incomprensión del problema que representa la falta de financiamiento para los emprendedores más vulnerables.
Los redactores del informe de la Dipres parecen no saber que para un microempresario que no puede acceder a crédito en el sistema formal su única alternativa es recurrir a los prestamistas que operan en las ferias libres cobrando un interés de 1.200 % anual. Sólo así puede entenderse que cuestionen el programa porque no asegure acceso a una tasa de interés preferencial para los usuarios de Fosis. Aún con todos los avances, todavía dos tercios de los microempresarios chilenos no tienen acceso a financiamiento formal y regulado.
Tampoco comprenden que si el crédito productivo brindado por instituciones de Microfinanzas productivas (la mayoría de ellas sin ánimo de lucro) hacia los microempresarios más vulnerables ha crecido en Chile 4 veces entre 2007 y 2013 llegando a cerca de 160 mil clientes, ha sido en parte importante gracias al fomento estatal. En nada desmerece la eficacia de este tipo de programas el que la capacidad privada que se ha generado permita que en muchas circunstancias se entregue financiamiento crediticio a un emprendedor sin necesidad de utilizar el subsidio estatal. Por el contrario, es un triunfo más de la política pública y es parte de los objetivos de este instrumento específico desde sus inicios en el año 2008.
El informe cuestiona el programa de Fosis porque este organismo no controla en qué invierten los microempresarios los créditos que reciben, como tampoco el impacto generan sus inversiones. A nuestro juicio el gran objetivo del Programa de Acceso al Microcrédito es, como lo dice su nombre, generar una oportunidad para poder financiar su proyecto a un micro emprendimiento. Incluir financieramente. Lograr que los más pequeños tengan un acceso que para los más grandes está dado. Evitar una forma de marginación, de exclusión y de pérdida de oportunidades. ¿No es eso suficiente? ¿Por qué tienen que dar cuenta los microemprendedores de los proyectos que financiaron y de sus resultados cuando se trata de recursos que les pertenecen a ellos? ¿Se procede de igual modo en otras políticas públicas que fomentan la inversión en grandes emprendedores?
Lo lamentable del caso es que este tipo de evaluaciones provocan consecuencias y cuando están mal hechas, terminan perjudicando a personas. Para el año 2014 el Fosis ha reducido drásticamente los recursos del Programa de Acceso al Microcrédito. Una pésima señal que representa la posibilidad que el Estado de Chile comience a retirarse del apoyo al sector, con consecuencias sobre esta actividad que sí podrían llegar a ser significativas.
Sería triste que el gobierno de la Presidenta Bachelet que en su primer período dio un impulso entusiasta a esta política pública, que se mantuvo viva en el pasado gobierno, ahora la abandone. Un golpe duro para los objetivos a alcanzar, en un país lleno de inequidades: mayor inclusión financiera y oportunidades para la microempresa, que con su esfuerzo y autonomía aporta cerca del 40% del empleo privado en el país.