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Un taco de cinco mil kilómetros

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Pedro Serrano
Por : Pedro Serrano Director Unidad de Arquitectura Extrema, UTFSM; Presidente Fundación TERRAM, socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso
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¿Qué hicimos mal?, simple. Vendimos millones de autos y la infraestructura caminera de la patria y sus ciudades no ha crecido en proporción y no es capaz de responder. El famoso mercado es feliz moviendo dinero, pero es un desastre solucionando problemas de desarrollo. Ahora si el desarrollo se lo dejamos al mercado, la cosa pasa a ser una verdadera tontera.


A fines de 2014 las cifras triunfales del sector automotriz chileno indicaban que entre 2012 y 2014 se habían vendido algo más de 1.000.000 de automóviles nuevos, el mercado del automóvil se movió alegre esos tres años, vendiendo unos 1000 vehículos diarios. De la venta de los autos usados, se informa una media de 900.000 al año

Todo un record para un país pequeño como el nuestro, que demuestra que la economía y la distribución de ingresos han mejorado sustancialmente, dando un acceso a la compra de un vehículo a cada vez más familias. Es muy probable que las familias más ricas compren nuevos todos los años, que un buen porcentaje de la clase media aspiracional se endeude para comprar un autito oriental pequeño y que los más pobres compren del goteo de los usados. Todo bien para el mercado y el consumo. Más aun, para suerte de del millón de flamante choferes la situación internacional ha hecho que la gasolina esté bajando a casi un dólar el litro.

Así que, ¡Todos a cargar los estanques y a salir!

Bueno, no es tan fácil, todo tiene sus pros y sus contras, si suponemos que cada automóvil nuevo, detenido ocupa como promedio unos 5 metros de largo, el resultado matemático es que en tres años se han comprado poco más 5.000.000 de metros lineales de vehículos familiares. Nada menos y nada más que cinco mil kilómetros de autos detenidos.

La distancia Santiago –Puerto Montt por la única vía continua posible es de 1026 km. Lo anterior entrega el siguiente aterrorizador cálculo:

Si todos los autos nuevos comprados en los últimos tres años se colocasen uno tras otro en una larga fila, podríamos cubrir de Santiago a Puerto Montt 5 veces…o una fila 2,5 veces ida y vuelta. El taco de autos detenidos más grande imaginado en la historia. Si usamos las dos pistas igual llenamos el tramo.

Los grandes tacos ya son el pan de cada día en todas las grandes ciudades de Chile. Para que les cuento en Santiago Metropolitano, donde se ha vendido al menos la mitad del mega taco, para felicidad inconmensurable de los dueños concesionados del tag, que aprovechan de pasadita de aumentar la tarifa.

Menos mal que no salen todos los mismos días y al mismo tiempo, si no sería caótico. Pero este verano 2015, en las ciudades balneario, se puede apreciar esta situación infernal. Se percibe que todos los que compraron auto nuevo salieron de veraneo. Y en Viña del Mar y la Serena hay que agregar los 30.000 autos argentinos que pasaron estas dos semanas. Todos circulan y los tacos del camino a Quintero son de varios kilómetros y pasar de Viña a Valparaíso resulta mejor a pie o en bicicleta.

¿Qué hicimos mal?, simple. Vendimos millones de autos y la infraestructura caminera de la patria y sus ciudades no ha crecido en proporción y no es capaz de responder. El famoso mercado es feliz moviendo dinero, pero es un desastre solucionando problemas de desarrollo. Ahora si el desarrollo se lo dejamos al mercado, la cosa pasa a ser una verdadera tontera.

No hay salida, este 2015 con la tembladera económica anunciada, piensan vender igual otros 340.000 autos, si la cosa sigue así en tres años más cumpliremos otro millón más, los de segunda mano seguirán funcionando y los nuevos de ahora también, algunas ciudades construyen mas puentes como Valdivia y Concepción o mas estacionamientos como Viña del Mar, otras intentan mantener a raya la creciente ola de hoyos, mas ruedas mas deterioro de los caminos y la inversión en más cupo caminero no cubre la velocidad de la demanda.

Salir al taco se convertirá en una actitud cada vez más esquizoide, la salud mental de millones irá en deterioro, no es el fin del mundo pero es la consolidación de un Chile más tonto.

Los países desarrollados, incluyendo los que fabrican los autos que compramos, tiene mejores autopistas, fantásticos trenes de alta velocidad, metros eficientes, tranvías y trenes de superficie en sus ciudades, vale decir, un excelente transporte urbano e interurbano, cierran los centros urbanos al tránsito, cobran más patentes y fortalecen el transporte público eléctrico, incentivan el caminar y el pedalear. Así mantienen a raya el mega-taco y la mega-contaminación. En Chile solo los aumentamos, el tren es un chiste, los tranvías son recuerdos patrimoniales, los centros urbanos son la meta preferida de los tacos de autos, no hay trenes urbanos de superficie, las ciclo vías son aun pocas y no se interconectan, el peatón no tiene veredas y caminar suele ser suicida.

Ahora es fin de semana de verano, al otro lado de la bahía de Concón, la serpiente kilométrica de luces detenidas durante buena parte de la noche, muestra a miles de familias que se agotan, después del descanso playero, en un taco de horas, en una pista única sin berma y sin acera, encerrados en un pequeño cubículo metálico que además se calienta, la suegra está insolada e insoportable, la guagua llora y la niña quiere pichí.

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