Por los que hoy ya no pueden reclamar
Señor Director:
¡La nueva ley! ¡La nueva ley! Nuevamente un desastre ha puesto urgencia a la nueva Institucionalidad relacionada con la Reducción de Riesgo de Desastres. Hasta hoy, solo en el desastre del 25/3/ 2015 tenemos 27 fallecidos y 80 desaparecidos, y en cuanto a la “nueva institucionalidad”, la misma desesperación por legislar que días después del 27/2/ 2010. “Dieciocho veces el gobierno pasado le puso urgencia y dieciocho veces se la quitó”, dijo un personero oficialista, “fue bloqueado sistemáticamente por personeros de la oposición al gobierno anterior”, señaló una ex autoridad que no cambió en cuatro años e íntimamente relacionado con el Sistema Nacional de Protección Civil. Es decir, hubo un grupo que se sintió bloqueado y otro grupo que fueron los bloqueadores del mentado proyecto de ley, ¿no era urgente? Los 525 fallecidos del 2010 no ameritaban que bloqueadores y bloqueados se sentaran en una mesa a solucionar los problemas técnicos del proyecto, ¿o eran político-ideológicos? Cinco años y dos meses han pasado desde ese desastre, entremedio hubo varios de distinta magnitud, debiendo ser enfrentados con la misma precaria institucionalidad de esa trágica fecha, hasta el 25 de marzo…, “84 años que no ocurría algo así”, dijo una autoridad, «los recursos son limitados”, expresó el vocero de Gobierno,»impresentable que el proyecto siga estancado”, señaló un senador.
Vamos viendo, la prevención significa tener a la vista los mapas de riesgos a nivel comunal, que permitan conocer y elaborar diferentes escenarios de riesgos mediante técnicas de simulación, los cuales por cierto consideran las amenazas y vulnerabilidades, es decir, la zona de exposición. Si hace 84 años no ocurría algo de esas características (hay al menos 8 eventos similares en la zona desde 1905 hasta hoy), entonces era probable que ocurriera, porque ¿saben qué?, el riesgo es una probabilidad y se puede estimar, el riesgo es la probabilidad de que una amenaza se transforme en un desastre, por lo tanto, que no hubiera ocurrido hace 84 años es un dato de la causa, y seguro que hace 84 años el aluvión pasó por donde mismo pasó ahora y en 10, 20 o 84 años más va a azotar el mismo sector del 25 de marzo, es decir, los efectos de las amenazas son conocidos desde hace mucho tiempo y los efectos futuros, de no intervenir preventivamente, serán casi un 100% similares a los efectos pasados.
En relación a los recursos o capacidades (transporte, abastecimiento, atención médica, seguridad, búsqueda y rescate, etc.), estas se encuentran distribuidas y redundantes en los organismos del Estado y privados, son los elementos con que cuenta el país para mitigar los riesgos y son la piedra angular de las planificaciones de emergencia, el catastro de capacidades, sus especificaciones técnicas, distribución geográfica, y lo más importante, su disponibilidad, permiten mediante una correcta coordinación de estas, mitigar los riesgos en un escenario preventivo y de impacto, a los cuales está siendo sometida la población afectada. Chile debe tener para amenazas conocidas (la mayoría son conocidas) identificadas las capacidades que a todo evento deben estar en el país y a disposición inmediata del coordinador de la emergencia, sea nacional, regional y local especialmente, como también se debe conocer dónde se encuentran aquellas que no tiene el país y que son de rápida incorporación al sistema de emergencia.
Por último, ¿a quién le echamos la culpa de que el proyecto esté estancado? Mapas de riesgo y el tema de las capacidades tiene cierta complejidad, pero ¡que el proyecto se haya estancado! Solo se requería voluntad política, y eso en este país parece que es lo más complejo.
No hay respuestas que valgan, no hay justificación, las ineficiencias o eficiencias en este tipo de organizaciones responsables de la Reducción de Riesgo de Desastres, se miden por más o menos fallecidos, por más o menos damnificados.
Por cierto, la organización que falla no es la Onemi, no es algún Ministerio o Servicio en particular, no son las FFAA, etc., es el SISTEMA organizacional que en conjunto con todas las organizaciones públicas y privadas conforman el Sistema Nacional de Protección Civil y que no cuenta con la Institucionalidad necesaria para integrar y conformar el Sistema que Chile necesita para enfrentar este tipo de desastres. Las amenazas son conocidas, las capacidades existen, los conocimientos están disponibles, las personas competentes están en el país, lo único que no existe es la institucionalidad necesaria para que todo lo anterior funcione sinérgicamente, y eso es responsabilidad de las autoridades y nadie más. Qué ridículo resulta escuchar a algunas personas tomadoras de decisiones focalizar las culpas de la mala respuesta en la Onemi, eso es no entender nada de nada, eso es ignorancia, con la agravante de que viene de quienes deben generar esa institucionalidad.
A las estimadas autoridades, es probable que los fallecidos, desaparecidos y damnificados cubran todo el espectro político, desde simpatizantes del Partido Comunista hasta la UDI, los desastres no discriminan, pero eso sí, y es lo más triste, fallecidos, desaparecidos y damnificados son las personas que más necesitaban de sus autoridades, porque son los más vulnerables a este tipo de acontecimientos.
¿Cuánto tiempo dedicaron los bloqueados a generar estrategias para convencer a los bloqueadores? Y los bloqueadores, ¿qué hicieron para acercarse a los bloqueados? Es tan fuerte el enceguecimiento por el poder que no fueron capaces de ceder en sus ideologías y haber entregado al país una institucionalidad en gestión de riegos que hubiera permitido mitigar los efectos de este último desastre. Bueno, esto es una de las causas del desprecio que siente la ciudadanía hacia las Instituciones Fundamentales que Uds. debieran cautelar.
Finalmente, el tema a resolver no es un problema ideológico, no es un problema de quien tiene más votos, es un problema técnico, después jurídico, no se equivoquen, si lo hacen al revés van a aparecer los bloqueadores y los bloqueados nuevamente, tienen que ponerse de acuerdo con el modelo que este país requiere para efectivamente realizar una gestión de riesgo acorde a nuestras amenazas, no el modelo norteamericano ni el japonés ni ningún otro, es el que requiere Chile y que compite con todas las otras necesidades y que debe ser sustentable en el tiempo, ese es el modelo, el que está atrasado, y es el que requerían los que hoy ya no pueden reclamar, los que hoy ya no pueden respirar.
Rodrigo Ortiz J.
Subdirector de Gestión de Riesgos de la ONEMI 2013-2014