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Divide et impera

Juan Pedraza
Por : Juan Pedraza Psicólogo / Australia
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Uno de los procesos psicológicos básicos y realmente necesarios es la categorización. La posibilidad de realizar divisiones es una de las herramientas fundamentales del desarrollo humano. De esta manera el cerebro regula, corrige y así mismo optimiza sus recursos con el propósito de establecer prioridades de aprendizaje y de manejo del entorno. Es de amplio conocimiento que los bebes comienzan dichos procesos muy tempranamente, un ejemplo de ellos es como los bebes diferencian entre sólido y líquido, algo que se puede mascar y posee un sabor agradable a diferencia de algo que no posee dichas cualidades. Como un ejemplo de lo expuesto es el manejo de un computador. Imaginen que han sacado muchísimas fotos y todas en situaciones diferentes, vacaciones, cumpleaños y celebraciones familiares. Si todas esas fotografías estuvieran dispersas en el escritorio de su computador y quisieran encontrar solo una de ellas, deberían recorrer una por una hasta que lleguen a la que desean. Este proceso sería mucho más amigable, rápido y además fácil si crean diferentes carpetas con diferentes nombres, de esta forma si necesitan una fotografía de un episodio en particular, solo necesitan abrir dicha carpeta y encontraran lo que buscan. Nuestro cerebro funciona de manera similar, somos capaces de crear carpetas sobre carpetas y así archivar, seleccionar y categorizar. Gracias a dicho proceso podemos estructurar pensamientos acordes a la diferenciación de información que necesitamos proyectar. Un ejemplo de aquello es cuando conocemos por primera vez a una persona, quien puede ser compañero de trabajo y por lo tanto su información se dirige a la carpeta mental denominada “trabajo”, si esta persona pasa a ser amigo, entonces se creara una sub carpeta denominada “amigos”, y es así como cuando respondemos ante una consulta de quien es dicha persona para nosotros, contestamos es “un amigo del trabajo”.

Divide et impera fue base de la política y la guerra en muchos gobiernos e imperios, así fue destacado por Julio Cesar, Napoleón y muchos otros. Al dividir se categoriza en A – B o C, en derecha o izquierda, en demócrata o republicano. No solo en dos alas de un mismo gobierno, si existen varias divisiones pequeñas es mejor ya se tiene mayor control debido a que las minorías pierden poder de decisión, porque muchas veces se ven obligadas a aliarse de divisiones más grandes con el propósito de obtener algún tipo de participación o por el solo hecho de ser consideradas. ¿Cuantas veces nos hemos visto expuestos a la pregunta “¿eres del Colo, de la Chile, de Wanderers…?” o “¿de qué universidad provienes?”, esto con el propósito de clasificarnos en carpetas mentales. Así también la justificación de nuestros actos muchas veces no será basada en la información que entregamos, sino en la categoría a la que pertenecemos “lo que pasa es que eres del colo, o que eres de izquierda” y así intentamos inhabilitar cualquier explicación o simple información que tratemos de recibir. Información que podría incluirse o incluso reemplazar a la que poseemos. Eso es que lo nos han enseñado, a categorizar en bases simples, sin escuchar el concepto total, sin analizar lo que estamos escuchando o leyendo y nos hemos vuelto más que seres que piensan, seres que categorizan sin mayor proceso mental. Nos hemos vuelto seres de pensamiento básico manejados política y socialmente.

[cita] “Divide y gobierna” como herramienta de control es una arma potente para desmantelar sociedades, para desequilibrar movimientos sociales y para someter el pensamiento a lo más básico del ser humano, obedecer órdenes sin siquiera cuestionarlas, a no leer contratos, a votar legisladores por el solo hecho de pertenecer a un ala política, a no leer leyes que pueden contradecir nuestros derechos, pero por el solo hecho de venir desde una categorización de nuestro gusto las aceptamos a ojos cerrados. [/cita]

Actualmente podemos ver a diario desde nuestros políticos como el crear división nubla automáticamente el pensamiento de quienes escuchan sus discursos. Un ejemplo de aquello es que, ya sea del lado del gobierno o del lado opositor (sea quien sea), la primera frase de una respuesta ante una consulta es “es que la derecha quiere…” o “aun la izquierda continúa…” de esta forma las personas bloquean lo que se diga a continuación, ya que mediante la primera frase se estableció la categorización, se demuestra a quien pertenezco y por lo tanto no se va a dar a discusión a algo que se indica desde un partido contrario. Así también se va a dar a entender por quién escucha, debido a que al recibir la primera frase responderá automáticamente “tiene razón eso es pensamiento de A o B” sin siquiera analizar el fondo del discurso. De la misma forma funciona la categorización de género, muchas personas creen que el pertenecer a cierto grupo, masculino o femenino, podría asegurar que algo se realice mejor o peor. Porque dentro de nuestras carpetas mentales tenemos conceptos prefijados que se anteponen, gracias a la educación recibida, a cualquier análisis que podamos realizar.

Hoy en día esta limitación cognitiva se puede ver fuertemente desarrollada en medios sociales digitales, si alguien tiende a analizar mínimamente al actual gobierno “es que eres facho”, si se apoya un movimiento social “es que eres comunista”, no se cuestiona por qué y así tampoco analizar las razones de lo expuesto. No existe el debate de opiniones, ya que mentes sin recursos validos solo categorizan, no razonan, un cocodrilo no razonara, solo diferencia entre alimento o no, entorno peligroso o entorno seguro.

Divide y gobierna” como herramienta de control es una arma potente para desmantelar sociedades, para desequilibrar movimientos sociales y para someter el pensamiento a lo más básico del ser humano, obedecer órdenes sin siquiera cuestionarlas, a no leer contratos, a votar legisladores por el solo hecho de pertenecer a un ala política, a no leer leyes que pueden contradecir nuestros derechos, pero por el solo hecho de venir desde una categorización de nuestro gusto las aceptamos a ojos cerrados. Si consideramos que un trastorno cognitivo es el impedimento para realizar procesos mentales tales como la memoria, la percepción y la resolución de problemas, es decir el pensar y analizar, todo lo anterior se podría considerar como un desorden cognitivo del cual de manera individual y social deberíamos buscar tratamiento.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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