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Colusión empresarial vs. financiamiento para la ciencia

Por: Germán Miño-Galaz, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, y Eduardo Castro-Nallar, Center for Bioinformatics and Integrative Biology, UNAB.


Señor Director:

Mediante la presente nota deseamos presentar a Ud. y a la opinión pública una idea que podría cambiar el curso lamentable que ha experimentado el presupuesto para la investigación científica en Chile.

Nuestra idea se inspira en el caso de evasión de impuestos por las empresas del magnate Howard Hughes en Estados Unidos. Como reparación al daño fiscal norteamericano, empresas Hughes propuso destinar fondos a investigación, otorgando becas de financiamiento para la investigación científica, creando los “Howard Hughes Medical Institutes”. Con esto, el daño de estas empresas y la reputación póstuma del señor Hughes, se han visto transformadas en inmensos avances en investigación científica. Como ejemplo, citamos el caso del Dr. Carlos Bustamante (Universidad de Berkeley, http://www.hhmi.org/research/single-molecule-studies-molecular-machines), quien ha implementado la técnica de pinzas láser, la cual ha revolucionado nuestra compresión de los fenómenos nanomoleculares de proteínas, o el caso de la chilena Ulrich Heberlein, directora del programa científico “Howard Hughes Medical Institutes” (https://www.janelia.org/people/ulrike-heberlein).

Los fondos defraudados a los consumidores por CMPC ascienden a $816 millones de dolares, lo que equivale a $573,15 mil millones de pesos. El presupuesto asignado por Fondecyt en el año 2014, que incluye proyectos de Posdoctorado, de Inicio y Regular asciende a $63,68 mil millones de pesos, mientras que los montos totales solicitados para investigación son $171,05 mil millones de pesos, lo que dejó al 61,5 % de proyectos de investigación sin financiamiento. Al comparar las cifras de solicitadas por los científicos chilenos con las cifras defraudadas por CMPC, la diferencia asciende a nueve veces el presupuesto anual de Fondecyt. (www.conicyt.cl/fondecyt/).

Estas cifras abren el pensamiento de destinar esta deuda monetaria con la sociedad a investigación científica y tecnológica. El camino para salir de nuestro subdesarrollo moral y tecnológico pasa por las ciencias, tanto sociales como materiales, y es nuestro parecer que el uso de cualquier recurso que pueda ayudar al financiamiento de la ciencia en Chile, ayudará al desarrollo global del país.

Así, también, es posible también pensar en un mecanismo que perpetúe estos fondos, como se realiza en los “Howard Hughes Medical Institutes”, asociándolos a mecanismos de inversión, de modo que el monto adeudado se autosostenga, generando, entonces, continuamente fondos destinables a investigación. Este posible mecanismo de reparación serviría como medida de devolver a la sociedad, a través de una «inversión a largo plazo”, que podría verse reflejada en importantes mejoras al estado actual de la investigación científica y tecnológica en Chile. En nuestra nota ejemplificamos con el caso de CMPC, pero esta fórmula de compensación hacia la sociedad chilena podría aplicarse a otros casos de colusión recientemente conocidos, y otros que podrían conocerse a futuro.

Sin otro particular, le saludan atentamente,

Germán Miño-Galaz, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, y Eduardo Castro-Nallar, Center for Bioinformatics and Integrative Biology, UNAB.

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