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Hacia la Profesionalización de los Asistentes de Educación

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Roberto Mallea
Por : Roberto Mallea Director Ejecutivo ONG Rueda Andina
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La Reforma Educativa impulsada por el gobierno y que hasta el momento ha tramitado importantes proyectos, como ha sido la Ley de Inclusión en Educación y que se encuentra discutiendo otros, aún no logran plasmar en la ciudadanía una idea clara acerca de cuáles serán las líneas estratégicas que los harán plasmar en la realidad educativa de sus comunidades. No obstante, el sentido común visualiza que los procesos más determinantes de todo este esfuerzo, de largo aliento, tienen que ver con el despliegue de lo pedagógico, en lo central, así como también con la creación y el refuerzo de dinámicas innovadoras de aula y una adecuada integración del proyecto educativo con la comunidad.

Para que un aula tenga la propiedad de ser un lugar de transformaciones y descubrimiento por parte de los estudiantes, debe ser entendido como un espacio que apunta a promover relaciones profundas entre personas, donde el maestro es modelador de experiencias significativas, trascendentes y a la vez cotidianas. De esta forma, una buena clase, también será producto de situaciones que se generan en el entorno de la sala misma. Una clase que progresa en sus aprendizajes, en donde el crecimiento personal de sus miembros sea una meta irrenunciable.

Así, los docentes en la actualidad, son cuestionados permanentemente por la sociedad respecto de la pertinencia de los conocimientos que entregan y toda la escuela está en constante tensión, acerca del cómo brinda a sus estudiantes las claves del conocimiento que las comunidades requieren. Ellos son constantemente evaluados, por los métodos y las técnicas que se utilizan para crear aprendizajes y una parte importante de la reforma se hace cargo de este tema.

En esta misma dirección, los equipos directivos asumen la responsabilidad de conducir la gestión institucional de manera más integral posible, con la exigencia de que lo pedagógico sea la esencia de la vida escolar. Ellos también son puestos a prueba en sus conocimientos y saberes. La actitud del director (a) frente a una comunidad y sus necesidades muchas veces marca el éxito o el fracaso de un política educativa.

[cita tipo=»destaque»]Los docentes en la actualidad, son cuestionados permanentemente por la sociedad respecto de la pertinencia de los conocimientos que entregan y toda la escuela está en constante tensión, acerca del cómo brinda a sus estudiantes las claves del conocimiento que las comunidades requieren.[/cita]

Dentro de esta perspectiva, el papel de los asistentes de la educación es la de prestar apoyos en diversos ámbitos del escenario escolar. Su presencia establece también la diferencia en contextos de vulnerabilidad. En ocasiones estos apoyos son casi intuitivos por parte de los asistentes de educación, que la mayoría de las veces no cuentan con las herramientas adecuadas para afrontar los diferentes conflictos al interior de la escuela. En efecto, la administración municipal pocas veces consideró especializaciones a los trabajadores del sector y tampoco se bridaron demasiados elementos para hablar de políticas de desarrollo profesional.

Pero esta presencia de los asistentes de educación, cuestiona incluso el sentido mismo de la reforma, ya que la mayoría de los esfuerzos gubernamentales apuntan a la profesionalización del trabajo docente y eso va en la línea correcta. Sin embargo, el trabajo de los asistentes, no ha sido lo suficientemente alentado por políticas que apunten a la capacitación como un componente primordial para determinar la idoneidad profesional, moral, psicología, etc. de los asistentes y que en conjunto a la labor docente tendrán el peso profesional que la organización escolar necesita.

Se propone que la nueva institucionalidad, considere a la capacitación para los funcionarios como un factor cardinal, para un mejor desempeño de las funciones. O como puede, ser la creación de la carrera de Técnico Asistente de Educación para las personas que aspiren a trabajar en una escuela, con una preparación orientada a conocimientos y competencias en donde el perfil sea relevante y que esto impacte positivamente en el tema de remuneraciones. Es menester, por tanto, sentar las bases de la futura carrera profesional. Esa es la discusión a la cual estamos convocados.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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