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Willy Peers y la despenalización del aborto

Valeria Rosales Pincetti
Por : Valeria Rosales Pincetti Master en Ciencias de la Familia y de la Sexualidad, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica
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En Bélgica se prohibía el aborto desde 1867, si bien la jurisprudencia permitía el aborto terapéutico en casos de riesgo de muerte de la madre o malformación del feto. Una ley de 1923 prohibía la propaganda y difusión de métodos anticonceptivos, considerados como “nocivos y antinatalistas”, aunque estos no estaban prohibidos. Los movimientos feministas iniciaron una lucha para abrogar esta ley y luego continuaron bregando por los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la despenalización del aborto.

Es aquí donde el rol de Willy Peers es fundamental. Como ginecólogo, percibió la realidad social de los riesgos que corrían miles de mujeres al realizarse abortos inseguros (precariedad de higiene y falta de servicios de profesionales) y clandestinos. Sensibilizado por esa realidad, comenzó a realizar abortos en su propia clínica, sin afanes lucrativos, prestando un servicio profesional a mujeres que, en otra circunstancia, arriesgarían su vida. Pronto se vio enfrentado a la justicia, al ser “descubierto” como autor de múltiples abortos.

Esto marca un hito en la historia belga. En 1973, en una declaración pública, Peers reconoce haber realizado más de 200 abortos a la fecha y se autoproclama un luchador por parto sin dolor, por la distribución de métodos anticonceptivos y por cambiar la situación legal del aborto. Tras esta confesión, fue enviado a prisión, acusado de haber practicado trescientos abortos.

Willy Peers detenido y en prisión, no abdicó de sus convicciones. Su mensaje era que las mujeres merecían ser tratadas con dignidad y respeto; apoyaba la decisión de las mujeres a poner término su embarazo; llamaba a respetar los derechos sexuales y reproductivos, sosteniendo el derecho de la mujer a la información, al acceso de métodos anticonceptivos y al aborto.

[cita tipo=»destaque»]Este primer paso de la sociedad belga en 1973 movilizada en favor de la legalización del aborto sacó a la luz la existencia de los abortos clandestinos. En los años siguientes, las movilizaciones no cesaron. Diferentes grupos “pro IVG” (interrupción voluntaria del embarazo) lucharon por la despenalización del aborto y diferentes centros comenzaron a realizarlos, pese a su prohibición legal. En 1974, Francia despenaliza el aborto, lo que dio nuevos bríos al accionar de estos movimientos en Bélgica.[/cita]

En respuesta al arresto de Willy Peers, la ciudadanía se moviliza. Muchos ciudadanos salieron a las calles para exigir la liberación del médico, entre ellos médicos, otros profesionales, políticos, científicos, etc., que se sumaban a favor de la despenalización del aborto y la liberación de Peers. Las manifestaciones no pararon hasta que, luego de 34 días en prisión, Willy Peers fue liberado. Surge así el llamado «l’affaire Peers», según varios autores, el origen de los cambios de la sociedad belga en relación con la sexualidad y la “ruptura del tabú” sobre el aborto, posicionándolo como un tema importante a debatir en la política.

En el momento de su liberación, Willy Peers agradeció a los miles de ciudadanos que habían apoyado la causa, y al mismo tiempo confrontó a la justicia diciendo que seguiría haciendo abortos, aunque fuera llevado otra vez a prisión, porque la mujer merecía ese derecho. Insistió en que la penalización favorece la discriminación y la desigualdad social, pues las mujeres privilegiadas pueden pagar un aborto seguro pero la mayoría se encuentra en un estado de vulnerabilidad que la impele a recurrir a la clandestinidad, corriendo riesgos hasta mortales, sin posibilidad de acceder al trato médico digno que les corresponde.

Este primer paso de la sociedad belga en 1973 movilizada en favor de la legalización del aborto sacó a la luz la existencia de los abortos clandestinos. En los años siguientes, las movilizaciones no cesaron. Diferentes grupos “pro IVG” (interrupción voluntaria del embarazo) lucharon por la despenalización del aborto y diferentes centros comenzaron a realizarlos, pese a su prohibición legal. En 1974, Francia despenaliza el aborto, lo que dio nuevos bríos al accionar de estos movimientos en Bélgica.

Willy Peers, fue uno de los fundadores de la Sociedad Belga por la Legalización del Aborto (S.B.L.A.). Dicha sociedad, decía, no buscaba el disturbio de la ciudadanía sino informar científicamente y, de esta manera, otorgar a las personas la posibilidad de reflexionar con una visión crítica y poder optar de manera libre y responsable en este tema. La lucha fue larga. Surgieron varias organizaciones que otorgaban abortos seguros a la población, pese a la prohibición. Los detenidos duraban poco en esa condición, pues la ciudadanía se movilizaba por su liberación. Tuvieron que pasar varios años para que cambiase la ley.

Lamentablemente Willy Peers no pudo ver los resultados de su lucha. Falleció en 1984, antes del cambio legal. Luego de múltiples debates y tensiones, el 3 de abril de 1990, es inscrita en el Código Penal belga la Ley «Lallemand-Michielsens» para la despenalización parcial de la interrupción voluntaria del embarazo.

En el Día Internacional de la Mujer, rindo tributo a la valerosa lucha de este médico, quien, con su ejemplo, estimuló una participación activa de los profesionales de la salud y la movilización de la ciudadanía, movimientos sociales y partidos políticos en torno a la despenalización del aborto y a una sociedad más digna y más amigable con los derechos de las mujeres.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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