Señor Director:
En el marco de la conmemoración del Día Nacional Contra la Explotación Sexual Comercial Infantil, se estima que en Chile cerca de 4.000 son los menores obligados a practicar comercio sexual, sin embargo dicha cifra es una proyección de un estudio de hace más de 10 años que no ha sido actualizado y que probablemente no incorpora fenómenos como las migraciones con fines de explotación sexual.
La mayor parte de las víctimas son niñas y adolescentes (aproximadamente 80%), donde muchas veces es su propio entorno el que le otorga un sentido de normalización a la explotación sexual, en particular en lo referido a niñas adolescentes a quienes –incluso- se les tiende a responsabilizar de esto.
De los programas existentes en la oferta pública, se desprende que 1 de cada 2 niños no asiste a un establecimiento educacional, evidenciando graves consecuencias, no sólo en materia educativa, sino en la carencia de redes de apoyo y protección. No obstante lo anterior, la mayoría de las víctimas tiene un entorno familiar regular, lo que da cuenta que la explotación sexual comercial infantil no puede confundirse detrás de otras graves vulneraciones, aunque sea una puerta de entrada a ellas.
Lamentablemente este delito, que se enfoca en la reparación del daño, se sumerge en la falta de información actualizada y en el alto porcentaje de afectados que no denuncia. Debemos, contar con políticas públicas locales y programas preventivos, que se enfoquen en generar una alerta temprana con el apoyo de la comunidad su conjunto, visibilizar la situación sin normalizarla, actuar y acompañar a las víctimas, denunciar las redes que operan en nuestro entorno y sobre todo prevenir, generando factores de protección y apoyo.
Este 21 de mayo esperamos el anuncio de medidas concretas en protección de la infancia más vulnerada y así como estas 4 mil víctimas que requieren ser visibles a la política pública y contar de un apoyo urgente en la prevención y reparación.
Por Marcelo Sánchez, gerente general de Fundación San Carlos de Maipo.
