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Proyecto “chao jefe”: ¿Favorecerá a los canitrot o a los espinitas?

Mario Schilling
Por : Mario Schilling Abogado y director de Schilling Abogados. Ex vocero de la Fiscalía Oriente.
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El asunto práctico es que si el empleado, al estilo Canitrot (personaje célebre de una comedia chilena que representa al trabajador flojo y sacador de vuelta) denuncia a su jefe, probablemente su proyección laboral se verá vulnerada a corto plazo. En tanto, los Espinas (personaje que interpretaba al trabajador chupamedias) jamás harían uso de este derecho e incluso le serviría como un valor para progresar en su carrera interna. Por supuesto, que al medio están las Gertrudis, las señoritas Valquirias, los don Píos y los señores Zañartu en la gran variedad de jefes y empleados. ¿Podemos imaginarlos denunciándose unos en contra de otros?


Recuerdo mis primeros años en la Fiscalía de la Araucanía, cuando mi jefa, de vez en cuando, me llamaba al celular durante el horario de colación. “Mario, ¿usted en qué está ahora?”, yo le respondía: Almorzando, Fiscal, ¿por qué?”. Entonces me replicaba: “¡Qué bien por usted, Mario, que puede almorzar! Ojalá yo también pudiera hacerlo. Mientras tanto, aquí estoy yo sola sin ninguno de mis asesores, tratando de resolver problemas”. Por supuesto, hasta allí llegaba mi almuerzo y rápidamente regresaba a la Fiscalía Regional a prestar mis servicios. Además, mi obligación era tener el teléfono móvil de la Fiscalía a mano las 24 horas del día, los 365 días del año. Mi contrato dejaba establecido que debía indicar el hotel y número de teléfono o casa de familiar, cuando estuviera de vacaciones, por si era requerido por alguna de las autoridades del Ministerio Público. Era solicitado telefónicamente a toda hora, incluso en la madrugada, en especial, si ocurría algún delito de alto impacto. También tuve reuniones los días viernes en la noche, muchas de ellas innecesarias ese día y a esa hora, alguno que otro sábado y también domingos en dependencia de la Fiscalía o en algún Juzgado. Algunos de mis compañeros se quejaban de la vulneración de derechos laborales, pero si reclamabas sabías muy bien que hasta allí quedaría tu carrera funcionaria. Había casos concretos de funcionarios que no resistieron el ritmo.

El 25 de enero, diputados de la Nueva Mayoría, encabezados por el miembro de la Comisión de Trabajo, Cristian Campos (PPD), ingresaron el proyecto de ley denominado «Chao Jefe», que prohíbe a los empleadores comunicarse con el trabajador de ninguna forma (teléfono, correo, WhatsApp u otras) una vez que termina su horario de trabajo, emulando la iniciativa de los franceses. La pretensión de esta normativa es impedir que los jefes molesten por vía tecnológica a sus trabajadores, pues según el legislador Campos, nuestro país cuenta con una jornada laboral que es una de las más altas del mundo, y muchos de los trabajadores; los fines de semana, en sus vacaciones, y después de la jornada laboral, siguen manteniendo un vínculo con sus jefes, lo que, a su juicio, no hay derecho al merecido descanso.

Esta moción también se extendería para favorecer a los trabajadores del sector público, por lo que mi anécdota podría haber sido inexistente de haberse legislado antes, pero ¿podrá aplicarse con éxito?

El diputado DC Matías Walker, sugiere que exista una multa a beneficio fiscal que pueda sancionar la Dirección del Trabajo en caso de incumplimiento. Aún no hay claridad si la multa iría en contra del jefe o de la empresa.

El asunto práctico es que si el empleado, al estilo Canitrot (personaje célebre de una comedia chilena que representa al trabajador flojo y sacador de vuelta) denuncia a su jefe, probablemente su proyección laboral se verá vulnerada a corto plazo. En tanto, los Espinas (personaje que interpretaba al trabajador chupamedias) jamás harían uso de este derecho e incluso le serviría como un valor para progresar en su carrera interna. Por supuesto, que al medio están las Gertrudis, las señoritas Valquirias, los don Píos y los señores Zañartu en la gran variedad de jefes y empleados. ¿Podemos imaginarlos denunciándose unos en contra de otros?

El problema aquí finalmente es de orden práctico, ¿cómo usted puede denunciar a su jefe de vulneración de derechos laborales sin que eso le afecte a futuro en su clima laboral, sus ascensos o su continuidad en la empresa?

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