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Chile prohíbe abortos inevitables

Por: Jaime Escandón, Trabajador Social en Chile y Canada, y Master en Trabajo Social en U. de Montreal, Canadá. Señor Director:


Señor Director:

Prohibiendo  Chile abortos inevitables,  prohíbe también asistencia médica para abortar, a pesar de que miles de mujeres llegan con hemorragias cada mes a los hospitales, y quedan traumatizadas al ser obligadas a abortar ellas mismas, y algunas mueren.

Torturas y muertes gratuitas para mujeres pobres (las otras se pagan doctores para abortar),  que debe ser tema prioritario para los grupos de defensa de derechos humanos, y motivo de querellas contra las autoridades responsables de estas atrocidades totalmente gratuitas, crueles e innecesarias.

Estos horrores y los debates demenciales sobre valores y leyes no impiden los abortos inevitables.  Es como prohibir el Sol y la Luna.

Es entendible que con la realidad de los abortos algunos se sientan abortados ellos mismos, o interpelados por fuertes sentimientos de horror,  dado que se trata de algo bastante fuerte.  Pero eso no justifica traumatizar miles de mujeres, e incluso matar algunas, negando ayuda médica para abortar.

Si todas las familias con dinero hacen abortar sus mujeres con asistencia médica para evitar el drama de los abortos clandestinos, significa que todos los chilenos desean que los abortos sean hechos con asistencia médica, como en las sociedades desarrolladas. Con la mayor parte de sus poblaciones creyentes, como también la gran parte de las mujeres que abortan.

Algunos no aceptan que es una realidad de la vida, y desde siempre, que una buena parte de los embarazos son interrumpidos voluntariamente e inevitablemente antes de su término.  Y prohíben lo inevitable, y con ello la asistencia médica que evita traumatismos y muerte de mujeres.  Lo que no hacen con las mujeres de sus familias.

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