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Embarazo adolescente, cifras negras

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Por: Debora Solís, Directora Ejecutiva de APROFA


Señor Director:

Los medios de comunicación han difundido ampliamente estudios que indican que la tasa de niñas embarazadas menores de 15 años ha aumentado significativamente en Chile. Esa situación no sólo nos debe avergonzar como país, sino también hacernos reflexionar sobre lo que estamos haciendo mal y peor aún, lo que no estamos haciendo.

El hecho que las niñas tan pequeñas y de sectores desposeídos sean madres, nos habla de una grave vulneración de derechos y nos deben hacer interrogar a cada uno de nosotros y nosotras sobre qué estamos haciendo para evitarlo. Sí, porque esas cifras ponen aún más en relieve un fracaso del cual debemos hacernos cargo todos y todas.

En Aprofa no nos cansamos de afirmar que el embarazo en niñas tan menores – además de ser una fotografía penosa de nuestro Chile – es también una expresión que la educación sobre sexualidad solo en enseñanza media no es suficiente. Partir con esa formación tan necesaria recién desde la adolescencia, cuando la realidad nos indica que la vida sexual activa empieza a edades más tempranas, es llegar tarde con conocimiento y herramientas que les permita prevenir situaciones no deseadas. También es la evidencia de que al pensar en sexualidad, sólo nos referimos a genitalidad y no en la vivencia plena y saludable de la sexualidad desde edades tempranas.

Si bien es cierto que la gran mayoría de establecimientos educativos no cuentan con un programa de educación en sexualidad disponible para los estudiantes y sus familias; es preciso señalar que la obligatoriedad de entregar información y recursos para hacer este tipo de programas, fue y es del órgano rector de la política educativa, el Ministerio de Educación. Por ello, no podemos responsabilizar a los y las trabajadoras de la educación de hacerse cargo de algo que la política nacional no ha hecho.

Debora Solís

Directora Ejecutiva de APROFA

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