Señor Director:
Como dijo la Presidenta en la reciente Cuenta Pública, “no podemos predecir las catástrofes naturales, pero sí podemos estar preparados para enfrentarlas”. Lamentablemente la vulnerabilidad de estas amenazas es un tema que no se ha podido solucionar definitivamente, es más, en las últimas décadas la expansión urbana vertiginosa y muchas veces desorganizada, ha producido grandes pérdidas humanas y materiales.
Dentro de los avances expuestos por la Presidenta está la creación de un Servicio Nacional de Gestión de Riesgo y Emergencia, en reemplazo de la actual ONEMI, un Servicio Nacional Forestal, medida que claramente no es suficiente. Lo que realmente es necesario es una inyección de capital, porque es evidente que faltan recursos y herramientas que nos permitan estar preparados para un posible desastre natural, ya que somos un país muy propenso al riesgo.
Para minimizar los riesgos y las pérdidas que traen los eventos naturales que condicionan nuestro territorio es necesario seguir avanzando y reforzando políticas públicas preventivas que apunten a reducir la vulnerabilidad de infraestructuras, además de un plan de políticas de emergencia.
Si bien es un buen paso la creación de esta institución, nos falta mucho para dejar de ser un país reactivo y empezar a ser un país proactivo.
Atte.
Graciela Ortúzar, alcaldesa de Lampa
