Señor Director:
A la fecha existen los llamados expertos, profesores, académicos, empresarios y políticos que se han negado a la posibilidad de que el litio sea realmente relevante para la economía Chilena argumentando desde falta de tecnología, que el mercado pequeño e irrelevante con respecto del cobre y que hasta faltan capacidades técnicas en nuestro mercado laboral. A todos ellos quiero decirles que ninguna de aquellas razones es limitante para que los inversionistas inviertan en este País en generar valor agregado de litio en Chile. La fabricación de toda la cadena de valor no sólo es factible, sino necesaria para lograr un salto tecnológico y de desarrollo de nuestro País. Las grandes potencias que hoy lideran el mercado tecnológico de la cadena de valor del litio al inicio de la guerra fría eran no sólo Países más pobres que Chile, sino sin tecnología, ni capacidades, ni mucho menos recursos naturales que al día de hoy tampoco tienen. Hoy llegan a Chile en busca de posibilidades de inversión, pero se encuentran con muchas dificultades y con incertidumbre política que les dificulta más aún su decisión, sobre todo en lo que respeta a aseguramiento de la demanda de sus productos en Chile.
Si bien los inversionistas están dispuestos a invertir en toda la cadena de valor, la inversión debe ser respaldada por a lo menos parte de la demanda interna en un plan de corto, mediano y largo plazo. A modo de ejemplo, hoy en día el contrato CORFO-Albemarle exige que el 25% de la producción de Abemarle que llegará a 82.000 toneladas anuales en los próximos años, implica que 20.000 de ellas podrán ser vendidas a precio preferencial a inversionistas que quieran instalarse en Chile y generar valor agregado en base al litio. Con sólo una pequeña porción del litio puede generarse una gran cantidad de valor de entre 60 a 80 veces más de su valor base de carbonato de litio. Es decir, asegurando 200 toneladas anuales para fabricación de buses eléctricos en Chile se puede instalar una planta de baterías eléctricas con fabricación de buses eléctricos en Chile con una cantidad mínima de 250 buses anuales proyecto que en 4 años puede alcanzar una facturación de entre 300 a 400 millones de dólares comparable a todo la exportación de litio Chilena sin valor agregado.
Es importante entender que una visión que apunte hacia el largo plazo no se contrapone con lo que hoy en día está haciendo SQM y Albemarle en Chile, sino más bien se complementa. No es factible generar una industria nacional del litio que apunte a darle a toda nuestra materia prima valor agregado en Chile. Si es factible generar asociaciones pública-privadas que extraigan la máxima cantidad de litio a bajo costo para exportar al mundo pero permitiendo que en Chile se genere valor agregado de parte de la producción asegurando al menos que la demanda interna consuma los bienes o parte de los bienes producidos de mayor valor agregado principalmente me refiero a los buses eléctricos. Tenemos una gran oportunidad de posicionarnos en el mundo dentro de una gran demanda mundial de autos eléctricos que hoy en día es mandatorio para el mundo y está generando un incremento en el precio del litio muy relevante con respecto a años anteriores. El posicionamiento con fabricación nacional Chilena de buses eléctricos no sólo genera un valor económico macro relevante, sino valor social sustantivo con cientos o miles de nuevos puestos de trabajo de calidad tanto profesionalmente como en la remuneración que ello significa. Por último mencionar que la fabricación de bienes de capital en pequeña escala en Chile es el inicio de una trasformación industrial que es fundamental para evitar futuro colapso de nuestra balanza comercial y de pagos de nuestra precaria economía Chilena.
Mauricio Mora
Director Ejecutivo Nexis Consulting SPA.
