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La ciudad de los candidatos

Luis Fuentes Arce
Por : Luis Fuentes Arce Director Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales PUC
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En un año en que la ciudadanía elegirá a quien conducirá los destinos del país por los próximos cuatro años (2018 – 2022), cobra vital importancia reflexionar sobre aquellas materias que tienen directa incidencia en la calidad de vida de las personas.

Una de ellas, quizá la más importante, es la ciudad. La planificación urbana no siempre acapara los flashes o los titulares de prensa, pero si se le analiza desde su impacto en la calidad de vida de la ciudadanía resulta fundamental, sobre todo si consideramos que más del 90% de la población de nuestro país vive en zonas urbanas y que nuestras ciudades se hacen cada vez más complejas.

El único debate sobre las propuestas urbanas, que reunió a los asesores en materia de ciudad de los distintos pre candidatos que compitieron en las pasadas elecciones primarias, se realizó gracias a la intervención de la Academia, en este caso por gestiones del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica, con el patrocinio del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, en un intento por relevar un tema que debiese ocuparnos a todos.

¿Cuál es el interés de esto? Debatir, reflexionar, compartir ideas y aunar criterios para poner de acuerdo a los distintos actores de la sociedad –academia, sectores privado y público, autoridades y organizaciones sociales- en las urgencias y el tipo de ciudad que queremos para el Chile del siglo XXI. Siempre vemos la ciudad como problema, es momento que la veamos como una oportunidad para acortar las brechas sociales que nos dividen.

Además, la planificación urbana cobra mayor y vital importancia cuando asumimos que somos un país permanentemente expuesto a desastres naturales. De hecho, el Estado ha debido gestionar planes y programas de reconstrucción desde el año 2010 hasta la fecha, sorteando terremotos, tsunamis, inundaciones, erupciones volcánicas y otros eventos.

[cita tipo=»destaque»]¿Qué nos ha enseñado la naturaleza durante los últimos siete u ocho años? Que debemos ser un país más proactivo y menos reactivo en materia de planificación urbana y territorial. Desgraciadamente la falta de visión de futuro y planificación al interior de los municipios (sobre todo de aquellos con menores recursos) hace muchas veces compleja la labor de todo proceso de reconstrucción, al no contar con instrumentos de planificación territorial (planes reguladores) adecuados, lo que termina haciendo que todo deba partir desde cero.[/cita]

¿Qué nos ha enseñado la naturaleza durante los últimos siete u ocho años? Que debemos ser un país más proactivo y menos reactivo en materia de planificación urbana y territorial. Desgraciadamente la falta de visión de futuro y planificación al interior de los municipios (sobre todo de aquellos con menores recursos) hace muchas veces compleja la labor de todo proceso de reconstrucción, al no contar con instrumentos de planificación territorial (planes reguladores) adecuados, lo que termina haciendo que todo deba partir desde cero. Otro aspecto relevante tiene que ver con vincular la planificación urbana con la inversión pública y orientar la privada, bajo una visión de ciudad resiliente.

Transparencia del mercado del suelo; políticas habitacionales con integración social; mayor equidad urbano-territorial en el acceso a bienes públicos; gobiernos metropolitanos; y potenciar el transporte público, fueron algunos de los aspectos con mayor consenso técnico en el debate realizado hace un par de semanas. Pero es necesario discutir y especificar los mecanismos a implementar para asumir estos desafíos, sobre todo en un contexto de un Estado chileno que actúa de manera sectorial, es decir, todo lo contrario de lo que necesitamos

¿Qué proponen los ahora candidatos y candidatas presidenciales para las ciudades del Chile del siglo XXI? El debate es cada vez más necesario…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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