Señor Director:
La decisión de la Mesa del Frente Amplio de vetar a Alberto Mayol como candidato a diputado para las listas del conglomerado por sus supuestos ataques contra otros postulantes al cupo parlamentario del distrito 10, en Santiago, como Giorgio Jackson y Natalia Castillo no es más que uno de esos típicos episodios «telenovelescos» que siempre surgen en las contiendas políticas por sus respectivas luchas de poder.
Ahora bien, ¿qué sucedió realmente en esta disputa? ¿fue una operación política de desprestigio contra Mayol o no? ¿quién o quiénes fueron los responsables, en caso de existir dicha operación? ¿fue simplemente una discusión como parte del proceso de la constitución e inscripción de candidatos a la lista del Frente Amplio, en donde muchos postulan, sea por vínculos con personas emblemáticas o por tener vocación de servicio público, pero pocos, -o un número determinado y acotado-, son seleccionados para la configuración final? ¿o en verdad fue una sanción por sus supuestos comentarios anti-feministas? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas porque la opinión pública tendría que estar presente en los hechos y en las mentes de los involucrados para juzgar con precisión, pero eso es imposible; y, por lo tanto, vienen los supuestos, las especulaciones y las versiones tergiversadas o montadas ya sea en los medios de prensa o en las redes sociales, siendo estas últimas las que más distorsionan la realidad.
José Manuel Larraguibel Rozas, Licenciado en Historia
