La larga carta pública que envió Jackson relatando pormenorizadamente los hechos – por cierto, como él los entendía- solo mostró impericia política. La opinión pública no le interesa cómo resuelva sus líos internos las coaliciones aunque sabe distinguir acerca de los procedimientos de manera general. “El que explica se complica” dice el adagio popular.
Hace 15 días hicimos un exhaustivo análisis de la coyuntura pero centrado en lo que estaba pasando con la Nueva Mayoría. Hoy, la situación amerita centrar el análisis en el Frente Amplio. No solo porque ese barco se ha tambaleado más allá de lo prudente en esta semana sino porque en otras encuestas (por cierto, previas a estos desaguisados) la candidata Sánchez,
pese a su inexperiencia, le pisa los talones al aun confuso candidato Guillier lo cual ha alucinado a algunos.
¿Qué es el Frente Amplio? En Wikipedia se puede lograr algunas precisiones formales pero, lo importante es que es la expresión de un descontento al modelo neoliberal imperante y a las prácticas promedio de la Nueva Mayoría. Práctica promedio no es un concepto común en la ciencia política pero se hace necesario en esta columna porque hay casos en que la coalición mantiene posiciones normales para partidos de izquierda (por ejemplo, al rechazar la intervención militar o golpes de estado en Venezuela). En promedio entonces, la NM ha administrado el régimen neoliberal agregando tintes populares que, por lo demás, no son diferentes a lo realizado por gobiernos de diferentes tendencias en América Latina como los programas de transferencias condicionadas, las pensiones básicas y los bonos para pobres. Entre los frenteamplistas hay de los más diversos orígenes sociales, políticos e incluso ideológicos. Desde el liberalismo del diputado por Arica V. Mirosevic hasta el fundamentalismo de Igualdad –al menos de lo que fue Igualdad hasta hace pocos años- sintieron que la división histórica los hacía a todos intrascendentes. En esta coyuntura como siempre, fue más fácil valorar lo que se puede perder que cuando se tiene sin temores de perderlo. Las escaramuzas –quizás mucho mas que eso- de esta semana podían llevar todo a fojas cero en los 13 partidos que se preocuparon de llegar a este momento. Todos ellos sabían, en todo caso, que la división sería el harakiri más espectacular en política de los últimos tiempos.
No obstante, los problemas no surgen porque sí. El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp sentenció que “nadie puede llevarse el Frente Amplio para la casa” haciendo evidente alusión a un comportamiento de RD. En otros grupos del FA se ha escuchado decir que RD ha manejado el proceso como patrón de fundo llegando a las reuniones políticas con todo arreglado, en particular, en el diseño electoral en que sin duda aparece con ventajas notorias en las plantillas. Asimismo, se ha escuchado hablar de candidatos protegidos lo cual reduce toda competencia aun si favorece a la coalición en términos de votación. Ha
sorprendido, por ejemplo, que el PH prácticamente haya “reservado” la senaturía de la V región para su presidente en circunstancias que la única posibilidad de lograr un escaño sería justamente buscar dos o tres candidatos competitivos.
El acuerdo que logró el FA este viernes a sólo horas del cierre del plazo para presentar listas no es tampoco tan especial. Debe recordarse que la UDI “bajó” de un día para otro a Golborne como candidato presidencial; que José Miguel Insulza, pese a sus pergaminos, ha sido “peloteado” por la nueva dirección PS, primero bajándolo como candidato presidencial; luego
desplazándolo desde Atacama a Arica y aun no se sabe si aceptará esa propuesta. Este tipo de conflictos de “poder de
baja intensidad” (es decir, en que no están juego ideas sino personas) es muy normal en las lides políticas. Lo que se espera es que quede circunscrito al ámbito interno y en este caso lo sobrepasó con mucho.
La larga carta pública que envió Jackson relatando pormenorizadamente los hechos – por cierto, como él los entendía- solo mostró impericia política. La opinión pública no le interesa cómo resuelva sus líos internos las coaliciones aunque sabe distinguir acerca de los procedimientos de manera general. “El que explica se complica” dice el adagio popular. En este caso la explicación personal – otra torpeza porque de hacerla debió ser presentada por el partido y no por el candidato incumbente- dejó más claro que se trataba de una protección personal. Finalmente, RD y el FA debieron aceptar lo que desde el principio estuvo en juego. Mayol será candidato por el distrito 10.
Otro argumento torpe de RD es que los cupos ya estaban distribuidos. Esto si se mira dese la lógica general del FA no era razón para excluir a Mayol. ¿Si hubiese perdido Beatriz Sánchez no parece lógico que habría que haberle conseguido un cupo? Sin duda, porque ella aporta los tan imprescindibles votos a una coalición que todavía no deja de
ser solo un pacto electoral con dos o tres lugares comunes en lo político-estratégico.
Publicado en Primera Piedra
