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Jamaica quedará en El Caribe


En el número anterior de la revista había comentado sobre lo largo y dificultoso, que sería el proceso de formar en Alemania una coalición “Jamaica”, llamada así por los colores de los partidos demócrata cristiano (negro), liberal (amarillo) y los ecologistas (verde). Después de arduas negociaciones durante más de un mes no se llegó ni siquiera a superar la etapa del “sondeo”, anterior a la elaboración de un tratado formal de coalición.

El 19 de noviembre, el presidente del partido liberal (FDP) declaró, que se retiraban de las negociaciones: “Mejor que gobernar mal es no gobernar.” Mientras rápidamente se echó la culpa del fracaso a los liberales, se especuló sobre las razones para tal comportamiento.

Últimamente el FDP se había derechizado en lo político y estaría en una postura de no participar en el “más de lo mismo” con los otros socios. En nuevas elecciones estarían esperando cosechar en el campo de los electores moderados de los neonazis de la AfD. Algunos observadores creen, que los liberales además tuvieron la intención escondida de deshacerse de la Sra. Merkel.

La estrategia del FDP requiere nuevas elecciones, un paso que aun no esta decidido. En la constitución alemana llega primero la hora del presidente de la República.

[cita tipo=»destaque»]Angela Merkel podría asumir con un gobierno minoritario. Tendría que buscar para cualquier proyecto de ley un apoyo adicional de diputados de la oposición, una situación que Alemania no ha conocido nunca.[/cita]

El Sr. Steinmeier, socialdemócrata y ex ministro de RREE, ya avisó que primero quiere hablar con todos los partidos para sondear si realmente no hay posibilidades de formar un gobierno. Convencer al FDP de volver a las negociaciones, parece muy improbable. El presidente piensa más bien en su propio partido, el SPD, para volver a una gran coalición. La opinión mayoritaria en el SPD sigue en contra de esto. “Ya hemos perdido más de 10 puntos del electorado, siendo socio minoritario de la canciller. Seguramente nos pasaría nuevamente algo parecido, y al final llegaríamos a un nivel político insignificante.” Pero empiezan a surgir otras voces. Si se lograse hacer valer posiciones de contenido progresista en una nueva coalición se mostraría perfil, ayudando a la vez a una estabilización política del país.

Las alternativas no prometen lo mismo. Angela Merkel podría asumir con un gobierno minoritario. Tendría que buscar para cualquier proyecto de ley un apoyo adicional de diputados de la oposición, una situación que Alemania no ha conocido nunca. La otra opción serían nuevas elecciones, con un resultado impredecible. Las primeras encuestas vaticinan un aumento de la AfD, o sino unos resultados muy parecidos a los actuales, es decir ninguna mejoría. Alemania no sólo requiere estabilidad en lo doméstico, sino también para su rol en Europa.

En diciembre se retoman las acérrimas y dificultosas negociaciones sobre el Brexit. Sin una contraparte germana sólida, Francia podría sentirse tentada a una confrontación fuerte con Gran Bretaña. A partir de febrero, se inician además las negociaciones sobre el marco del presupuesto de largo plazo de la Unión Europea. Y finalmente queda sólo una corta ventana de oportunidades para llevar adelante las necesarias reformas europeas. Agregando un incalculable presidente norteamericano y los numerosos conflictos regionales en el mundo, más que nunca se requiere el ancla firme de Alemania.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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