Publicidad

«Deja de actuar como niñita»

Por: Miguel Ángel Sevilla Mayol


Señor Director: 

Hace pocos días terminé en una conocida clínica de Santiago, acompañando a un gran amigo que tenía fuertes dolores derivados de un ataque de pánico. Ser hombre, gay y trabajar en un espacio con altos niveles de homofobia estructural no siempre es fácil, y ese día, simplemente, no pudo más.

Tras llegar a la clínica, firmar y dejar huellas dactilares entre sollozos y lágrimas (deben asegurarse que nadie “escape” de pagar, a pesar de tener un seguro médico nada barato) le atendieron para una primera evaluación: tomar pulsaciones, presión,… y dar ánimos para que la persona no recaiga más.

De repente, apareció una mujer del equipo del hospital, quien con los brazos cruzados miraba fijamente a mi amigo, de forma impasible, mientras éste caía entre fuertes llantos de sufrimiento y sin poder respirar con normalidad, hasta que se derribó en el suelo entre mis brazos. La profesional, con calma, impasible, le pidió que dejara de hacer “el show” y, a continuación, le dijo “deja de actuar como niñita”. Mientras yo sujetaba a mi amigo en esos momentos de gran tensión, la profesional seguía hablando, provocando que los síntomas de mi amigo se incrementaran. Yo, simplemente, pedí a mi compañero que no escuchara a esta persona, que era cero pedagógico lo que decía.

Hoy, días después, me siento mal de no haber enfrentado a esa persona del equipo de la clínica en ese preciso instante, y no lo hice por una simple razón, y es que temía que cualquier palabra o acción mía perjudicara la atención de mi amigo, quien lo estaba pasando realmente mal, unido a que soy extranjero y uno mismo no siempre sabe bien cuáles son los límites en un país en el que no ha vivido siempre.

Hoy, ahora, quiero decir alto y claro que basta. Sí, basta. No debemos callarnos ante situaciones de este tipo, especialmente cuando utilizan la figura de la mujer para denigrar u ofender. Esto va más allá de ideologías, es una cuestión de sentido común, de respeto al otro. Eres hombre quien decide amar de forma diferente, vives en una mentira diaria en tu trabajo para evitar represalias, lo que te provoca acabar enfermándote y, más encima, debes enfrentarte ante un machismo estructural que nos devora por dentro incluso estando muy enfermo.

Miguel Ángel Sevilla Mayol

Publicidad

Tendencias