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No todo es fantástico

Por: Anna Hanke


Señor Director:

Sin duda han sido tiempos importantes para las mujeres alrededor del mundo. La fuerza que tomaron movimientos como #TimesUp y #MeToo demostraron la valentía de mujeres de todos los sectores al levantar la voz y poner sobre la mesa, tanto la discusión de los abusos ―que por tanto tiempo se han ocultado―, como también la falta de participación de la mujer en la toma de decisiones.

Este 8 de marzo volvemos a celebrar el Día Internacional de la Mujer, fecha que nos recuerda un aspecto trascendental de nuestra sociedad: hombres y mujeres gozamos de la misma dignidad esencial. La primera celebración de este día tuvo lugar el 19 de marzo de 1911 en Europa, en la que asambleas de más de un millón de personas exigían el derecho a voto, derecho de ocupar cargos públicos, derecho al trabajo y a la formación profesional, y el derecho a la no discriminación laboral.

Han pasado 107 años y varias de esas primeras demandas han sido resueltas, pero aún nos queda un largo camino por recorrer. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó esta semana cifras que indican que en el año 2016 las mujeres ocupadas recibieron un ingreso promedio mensual 31,7% menor al de los hombres, un claro retroceso en comparación a los años 2014 y 2015, en que este porcentaje fue de 29,7% y 31,6% respectivamente.

El mismo informe reveló también que menos de la mitad de las mujeres (48,5%) participó del mercado laboral en Chile durante el año pasado, frente a un 71,2% de los hombres. Asimismo, el INE señaló que cuatro de cada diez mujeres se encuentran fuera de la fuerza de trabajo por razones familiares permanentes, surgiendo inevitablemente la siguiente pregunta: ¿no le estaremos haciendo la pega muy difícil a las mujeres que optan por ser madres y que quieren continuar trabajando?

Por otro lado, este año veremos un notable cambio en la participación de mujeres en la nueva composición del Congreso Nacional, marcado por la aplicación de la ley de cuotas. Ésta exige que un máximo de 60% del total de los candidatos será de un sexo, asegurando un 40% de candidatos del otro sexo ―normalmente mujeres―. De esta forma, en el próximo Congreso un 22,7% del Senado serán mujeres, en contraste con el 15% del periodo legislativo anterior.

Son números auspiciosos, sin duda, pero siguen revelando la falta de solidaridad en la forma en que seguimos concibiendo las responsabilidades y oportunidades entre hombres y mujeres, las que nos están siendo equitativamente distribuida. Un ejemplo de esto es la conciliación del trabajo con la vida familiar que hoy en día asumen más las mujeres. Y tal como indican las cifras publicadas por el INE, los números de participación de éstas en el mundo del trabajo formal se ven afectados por las responsabilidades familiares que tienen que asumir.

En este Día Internacional de la Mujer, debemos reflexionar no solo en torno a todas aquellas condiciones que hacen posible que más mujeres desplieguen sus talentos en el mundo laboral, sino también respecto a cómo construimos una sociedad que asegure que, tanto hombres y mujeres, puedan conciliar aquellos ámbitos de la vida que permiten un verdadero desarrollo humano e integral.

Anna Hanke
Directora de Formación de IdeaPaís

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