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Justicia y venganza

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Por: Rodrigo Reyes Sangermani


A propósito de las torturas que se dieron a conocer contra los imputados del crimen de la trabajadora del barrio República, la animadora Tonka Tomicic dijo que los apremios eran merecidos; por su parte, el antiguo capitán de la selección Claudio Bravo, pidió que no victimicemos más a los criminales; y como si fuera poco, el otrora número uno del tenis chileno, Marcelo Ríos, señaló que a estos delincuentes hay que matarlos. De estas lamentables declaraciones sólo podemos constatar que falta mucho en nuestro país para satisfacer los estándares mínimos ciudadanos en la comprensión de la importancia que tienen los DD.HH. en la sociedad. Aún hay sectores a los que les cuesta diferenciar por ejemplo lo que es un delito común a un crimen cometido por un agente del estado. Insisten en revisar con una falsa simetría el crimen de un ciudadano cualquiera con el de un estado cuya misión es precisamente garantizar el derecho a la ciudadanía.

Una sociedad no se construye desde el odio o la revancha, no desde el linchamiento ni los arrebatos de las víctimas, menos desde la justificación de los códigos culturales de la cárcel. La paz y la justicia requieren la solidez de un estado en derecho, una educación fortalecida en la ética del respeto a los DD.HH., una convivencia social que reconozca al otro como un igual y que la dignidad de la persona humana no se relativiza bajo ninguna circunstancia.

Atte.

Rodrigo Reyes Sangermani

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