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Dirección y liderazgo en la Defensa Nacional

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Por: Cristián de la Maza Riquelme


Señor director:

En una columna de opinión publicada el 25 de junio, don Fernando Thauby expresa una crítica respecto de la conducción y liderazgo en el Ministerio de Defensa. Al respecto, quisiera aprovechar esta columna para explicar los fundamentos de la conducción política de la Defensa en estos primeros meses de Gobierno.

Para que los chilenos puedan aspirar a un desarrollo humano integral, en un entorno de libertad, justicia, progreso y solidaridad, es condición indispensable otorgar un marco de seguridad y estabilidad.

El sector Defensa no sólo es un pilar para otorgar seguridad externa sino también, como parte de la estructura del Estado, contribuye a la seguridad y al desarrollo de los chilenos en acciones tales como el apoyo ante emergencias, cooperación internacional, contribución al desarrollo y tareas permanentes asociadas a la seguridad marítima, aérea e intereses territoriales. Estas tareas que deben realizar las FFAA han sido agrupadas en conceptos internacionalmente reconocidos como “áreas de Misión”.

Para cumplir sus tareas, el sector Defensa debe generar y sostener capacidades estratégicas con inversión de importantes recursos públicos. El concepto de polivalencia nace de una aproximación de eficacia y eficiencia en el empleo de estos recursos, ya que estas capacidades pueden y deben ser consideradas en otras hipótesis de empleo asociadas a las áreas de Misión.

Esto no es nuevo y ha sido una constante histórica en el empleo de las FFAA de Chile, pero es conveniente destacar que al invertir en material bélico también se invierte en capacidades importantes para el país en otras áreas, en particular a la hora de la toma de decisiones de presupuesto de Defensa. No estamos copiando modelos de otros países, sino que partimos de la experiencia y realidad particular de este país y de sus instituciones armadas profesionales y jerarquizadas.

Tenemos claro que no basta con tener material moderno sin contar a su vez con personas competentes, probas, cohesionadas y comprometidas, entrenadas y juramentadas para rendir la vida si fuese necesario. En base a esto se está avanzando en la adecuación de una carrera que fue diseñada para la realidad de mediados del siglo pasado.

Para todo lo anterior se requiere de liderazgo y de una visión de Estado, en un proceso que debe considerar la realidad financiera, el entorno internacional y las legítimas demandas sociales de corto plazo que compiten a la hora de asignar recursos a la Defensa. Por ello, siguiendo instrucciones del Presidente de la República, se ha avanzado en la definición, dimensionamiento y priorización de las capacidades estratégicas que el país requiere en el escenario actual y futuro.

Nuestra misión va mucho más allá de proyectos de ley o proyectos de inversión puntuales. Estamos abordando la adecuación de políticas públicas de defensa, militar, planificación y conducción a nivel político, estratégico y operacional, con la articulación de los diferentes instrumentos del poder nacional.

Asimismo, estamos abordando los desafíos de la Ciberseguridad, la revolución tecnológica, los cambios de paradigmas desde el “hard power” hacia el “smart power”, la revitalización de nuestra proyección Antártica, la contribución de la Defensa a problemas como narcotráfico e inmigración ilegal por nombrar algunos.

En un trabajo coordinado junto a los mandos de las FFAA, estamos liderando procesos en muchas áreas, no todas susceptibles de exponer al público general por los medios de comunicación social, pero que van en la dirección de proveer al país una Defensa moderna al servicio de todos los chilenos, con Fuerzas Armadas que sean y se sientan valoradas por los ciudadanos, tanto por su aporte y relevancia para el país, como por el nivel de confianza que inspiran sus miembros y sus acciones.

La necesidad de mantener y mejorar tanto la valoración ciudadana como el orgullo de pertenecer a las FFAA es un aspecto no menor, y ha sido un eje de particular preocupación del Ministro de Defensa, en el que se enmarcan algunas iniciativas tales como:

  • Convenio de asistencia con Contraloría para demostrar transparencia y proactividad en los temas de manejo de recursos públicos, cuyas fallas, si bien son puntuales, dañan injustamente la imagen de todo el sector Defensa (convenio concebido en una primera reunión el 14 de Marzo del presente año y no antes),
  • Convenio con el Ministerio de la Mujer para fortalecer la integración y aporte de la mujer en el sector Defensa (con procedimientos que permiten respetar el debido conducto regular para informar eventuales casos de abuso o discriminación arbitraria),
  • Visitas y contacto personal con miembros de las FFAA, en reparticiones y durante ejercicios, para demostrar hacia el interior de las FFAA y hacia la sociedad civil la alta valoración del Gobierno respecto al rol, el compromiso y la relevancia de la labor que realizan los miembros de nuestras FFAA, muchas veces desconocida para gran parte de la población

No se ha postergado el avance en las múltiples tareas a cumplir. Junto al proceso de instalación en el gobierno estamos trabajando con pasión por Chile y su Defensa, esperando poder contar con la calidad y compromiso de quienes trabajan en el ministerio, las FFAA, la academia y la sociedad civil.

Apreciamos las críticas constructivas y otras que, si bien aparentemente no lo son, igual nos recuerdan la importancia de nuestro desafío y la necesidad de “accountability” en nuestra función pública.

 

Cristián de la Maza Riquelme

Subsecretario de Defensa

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