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El mito de la «loca», «histérica», emocional y no racional

Por: Guila Sosman


Señor Director:

El mito de la mujer “loca”, la “histérica”, la desequilibrada, emocional y no racional, la que no sabe lo que quiere, es solo eso: un mito construido para sostener discursos opresores androcéntricos, justificar desigualdades que perduran hasta hoy y perpetúan la violencia que sufrimos. Esos mitos quedan exhibidos en algunas de las películas del director Nicolás López, acusado de acoso laboral y sexual por actrices con las cuales trabajaba. Este director nos presentó en sus producciones cinematográficas mujeres desorientadas, perdidas, reprimidas e inestables, bajo la premisa de que estas películas daban cuenta de la complejidad femenina, traduciendo ese lenguaje extraño y caótico de las mujeres, en un lenguaje descifrable para los hombres. Lo incomprensible estaría en que enviamos señales contradictorias, negándonos a ciertos actos, cuando lo que deseamos es consentirlos.

La imagen de la mujer “loca” es la que mal interpreta un coqueteo, joteo o piropo, creyendo que es violencia sexual, cuando claramente no lo es, siguiendo el argumento de López. En otros términos, se debe dudar de la palabra de las mujeres, si pensamos que históricamente sus palabras han tenido menos poder que las de los hombres, de esta forma es más sencillo naturalizar y minimizar los actos de violencia que buscan mantener el orden de la sociedad actual.

Al parecer las mujeres para López son extrañas, complejas, indescifrables e inabordables, por lo mismo no hay que dejarlas libres, podrían ser una amenaza en sus estados de locura, hay que subyugarlas y poseerlas para que dejen de ser amenazantes y que mejor forma de hacer eso que a través del acoso sexual.

Guila Sosman
Psicóloga Clínica Perito Judicial
Académica Facultad Psicología UDP

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