Opinión
Como una verdadera bomba de gran calado se sintió en la comunidad de la Universidad de Santiago de Chile, USACH, el dictamen del Tribunal Electoral Metropolitano, que resuelve anular las dos elecciones a Rector realizadas el año pasado, y convoca a nuevas con un nuevo padrón electoral en los próximos 30 días, que incluya a los Profesores por hora. También el Tribunal decide que el Rector Juan Manuel ZOLEZZI CID, cese inmediatamente de sus funciones como autoridad máxima del plantel.
El fallo del Tribunal Electoral, es contundente y unánime. Se funda en la ilegalidad cometida por la Universidad al no aplicar el expreso mandato de la ley N 21.094, Art 21 y Tercero transitorio, que se refiere a quienes participan en las elecciones de autoridades de las Universidades del Estado.
Los profesores horas, que son cerca de 1.300 personas quedaron fuera del proceso electoral, mientras votaron un poco más de 700 personas del cuerpo académico regular y Juan Zolezzi ganó, en segunda vuelta, por solo 20 votos de diferencia sobre Rodrigo VIDAL. Es evidente que la marginación de los profesores horas, hace totalmente cuestionable el resultado electoral ( 6 de junio y 13 de julio 2018).
El Dr Zolezzi emitió recientemente ( 29/05/2019) una declaración pública en la que señala que seguirá en el cargo, mientras apelará de la resolución al Tribunal Electoral Nacional. La verdad es que esta declaración es solo un gesto destinado a ganar un poco de tiempo ante la tormenta que se viene, pero el desenlace, será necesariamente una nueva elección.
Esto porque la ilusión de esperar un cambio de la resolución ya tomada por todos los integrantes del Tribunal Electoral, es prácticamente improbable. El proceso electoral fue declarado viciado por la conformación de un padrón electoral no democrático. Y de este modo se hace insostenible para el actual Rector, mantenerse en el cargo como si nada estuviera ocurriendo.
El cuestionamiento del Tribunal Electoral de las elecciones de Rector en la USACH, es por la falta de democracia en la Universidad. Esta falta de democracia y de participación de la comunidad de la USACH, está directamente asociada a la tenaz postura del Dr Zolezzi, que fue el único candidato, de los cuatro que se presentaron el año pasado, que sostenía que los “profesores horas”, son solo colaboradores de la docencia y no tienen derecho a votar.
Contrariamente a tal postura, el Tribunal Electoral Metropolitano, da contundentes argumentos en su resolución indicando que tal predicamento, no se sostiene y no se corresponde con las tareas efectivas que prestan los profesores que trabajan por hora en la Universidad, cualquiera sea su categorización, su grado o su tipo de contrato.
De modo que el buscar anular la participación de un segmento importante de la Universidad, la resolución del Tribunal, pone a sus cómplices en una situación de ilegalidad y de arbitrariedad.
El único camino adecuado, ahora, es que todos los miembros de la comunidad de la Universidad de Santiago de Chile, procedan a acatar la decisión del Tribunal, que no es otra que sumarse al proceso nacional que reconoce a los profesores como personas-ciudadanos, cualquiera sea su rango institucional, tal como ocurrió en las elecciones de Rector en la Universidad de Chile.
¿El Sr Zolezzi podría presentarse como candidato a las nuevas elecciones.?
Es lo que buscan sus aduladores más próximos. La pregunta es si esta candidatura es sostenible efectivamente, dada las pocas posibilidades de ganar con el nuevo padrón electoral. Y aún si ganara esa elección, cosa muy arriesgada, su nivel de credibilidad o de legitimidad se vería más que comprometido, generando un caos institucional muy complejo de pronosticar.
La comunidad de la Usach está desconcertada, algunos en situación de estrés por la incertidumbre que plantea la gobernabilidad de la Universidad en los meses que vienen. Mientras, paralelamente, los tres estamentos: administrativos, académicos y estudiantes, viven un proceso de reforma de sus estatutos orgánicos en vista a adecuarse a la ley N 21.094 y que dista mucho de terminar.
Se viene un período difícil y complejo para la Universidad de Santiago. El cuarto mandato del Dr. Zolezzi está cuestionado y continuar insistiendo en mantenerse en el poder, no hará sino que agravar el escenario.
Solo un diálogo interno lúcido puede sacar a la Universidad del actual desconcierto. Aceptar el juego democrático, sin exclusiones, es la única solución al presente conflicto.
