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La clase media protegida, entre Tongoy y Los Vilos

Por: Emiliano Rodríguez


Señor Director:

La iniciativa presentada el 22 de mayo de 2019 por el segundo Gobierno de Sebastián Piñera, se enmarca en la agenda de índole social que el mandatario propuso al comenzar su estadía en el ejecutivo. Si bien dichas acciones más concretas de su propuesta gubernamental se han visto atrasadas por escándalos estatales (caso Camilo Catrillanca, por ejemplo), el mes de mayo culmina con el lanzamiento de la Red Clase Media Protegida. En ese sentido, se trata de un esfuerzo intersectorial que se levanta desde el Ministerio de Desarrollo Social con el objetivo de abordar 5 ejes de precariedad vital que afrontaría el difuso segmento de la clase media: salud, vejez, trabajo, educación y seguridad.

A la luz del debate y escrutinio público, la Red de Protección a la Clase Media de nuestro país, ha tenido criticas de índole político e incluso valórico. Desde la mirada técnica, la iniciativa posee solicitó un aumento de financiamiento (total de $407.504 miles) para la elaboración del rimbombante sitio web que resume los beneficios estatales ofrecidos por la red ministerial (que agrego la gestión online de solo 8 tramites). Al menos lo que resta de año, la iniciativa para la “Clase Media” no innova en la implementación de nuevos productos de carácter estratégico, puesto que sigue utilizando los recursos existentes en capacitación del SENCE, y la misma red de subsidios económicos del FOSIS. En otras palabras, no existe un aumento del gasto público. En el nivel político, la iniciativa a la Clase Media se cataloga de insuficiente e incapaz de dar respuesta a lo que promete. Dichas acusaciones (ex ministros, PS, Frente Amplio, etc.) tienen su referencia o validez toda vez que al menos 3 ejes que atraviesan la red de asistencia, aún se encuentran en tramitación parlamentaria (en educación sobre el aumento de cobertura de gratuidad a un 70%, la Reforma a las Pensiones, y la Reforma al Sistema de Salud Fonasa-Isapres). Continuando en esa línea, las declaraciones de las autoridades estatales enmarcaban la iniciativa para la Clase Media como una innovación y un progreso en materia de Desarrollo Social. Sin embargo, tal como se han levantado los antecedentes, lo concreto revela la manipulación mediática del discurso público en donde se ocultó la inexistencia legal de beneficios y se magnifico el aporte concreto en el corto plazo de la propuesta. Lo verídico es que, se materializa un avance en la digitalización del gobierno, con un sitio web de interfaz sencilla y que ahorra a la ciudadana/o valioso tiempo en búsqueda cibernética de beneficios estatales.
Al parecer es delgada la línea entre lo que ya se hizo y lo que se hará. Hemos presenciado la crisis de identidad de una iniciativa social, que se proyecta a sí misma como la consolidación económica de una clase, pero, ¿en qué quintil comenzaba y en cuál terminaba?

Emiliano Rodríguez, estudiante quinto año de Administración Pública

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