Publicidad

Los partidos políticos en último lugar

Por: Elson Bórquez Yáñez


Señor Director:

Es de público conocimiento la baja confianza ciudadana en las instituciones de la República, situación que ha sido calificada como el momento mas negro de la política nacional, dado que sus índices son los más bajos desde 1990.

Dentro de esta crisis no cabe duda que los partidos políticos han liderado esta cruzada y por ello, hace mucho rato, que se encuentran en último lugar de adhesión ciudadana en cualquier lista que se elabore en algún Centro de Estudios.

Es que por más que se hayan realizado esfuerzos por modernizar el funcionamiento de los partidos, introducir transparencia y financiamiento público, sigue presente el “cáncer” principal en cada una de las conducciones, esto es, caudillismo y la compra barata de dirigentes intermedios que entregan mayoría en las instancias definitorias internas, sin importar si los militantes comunes y corrientes piensen diferente. En efecto, la mayor transparencia y modernización introducidas en el año 2016 solo son una mera formalidad en cuanto a publicar las transferencias, contratos administrativos y bautizar con nuevos nombres a los órganos internos e informar declaraciones de patrimonio e intereses de los miembros. Pero en ningún caso se hizo cargo de elevar la idoneidad, calidad y fiscalización de los actos partidarios que tienen consecuencias para la vida cívica de los afiliados y para el sistema de partidos.

Actualmente mi partido, el PRI Demócrata, que viene de una fusión partidaria, se encuentra en una situación de denuncias de vicios en sus primeras elecciones generales donde no se respetaron los principios básicos de elegibilidad que consagra la ley de partidos y los estatutos internos. En el intertanto, cuando el órgano administrativo que supervigila a los partidos en Chile -Servicio Electoral- retrasa los pronunciamientos que le corresponden, los órganos internos cuestionados actúan con alevosía y arbitrariedad, abriendo causas y decretando expulsiones de todos quienes reconocen y esperan que se subsanen los vicios denunciados. Hasta la fecha se ha expulsado al 55% del Órgano Intermedio Colegiado (Consejo General) el cual ejerce la máxima soberanía en el partido. Todo con el objeto de que si la justicia electoral falla a favor de lo vicios denunciados, el partido no tenga un debate de ideas ni contraparte para realizar nuevas elecciones.

Al mando de esta “mañosa” operación se encuentra el aún vigente presidente del partido, Hugo Ortiz de Filippi, quien últimamente ha estado en la palestra pública no por dotar de ideas a Chile Vamos, sino por aparecer mencionado en diversas investigaciones de prensa respecto de defensas jurídicas a personas vinculadas al narcotráfico y redes de apoyo en el polémico intento de nombramiento de la magistrada Dobra Luksic a la Corte Suprema. Junto a un grupo de “jóvenes” conservadores que piensan que la generosidad en políticos viejos les dará una oportunidad para surgir en la vida.

No es pecado, a priori, equivocarse en procesos eleccionarios internos, hoy la CUT y el Partido Socialista han tenido problemas en sus elecciones, sin embargo, desconocer errores y más aun torcer la soberanía interna en base a expulsiones espurias solo por emitir opiniones diferentes, es lo más grave y lo que más aleja a los ya pocos ciudadanos que aspiran acercarse a un partido político.

Elson Bórquez Yáñez
Ingeniero Químico
Vicepresidente Nacional PRI-Demócrata
Expulsado por un Tribunal Supremo viciado e ilegal

Publicidad

Tendencias