Señor Director:
Chile es el 3er país con mayor “gasto de bolsillo” en salud, más de 10 puntos sobre la media de países de la OECD. 40% de este gasto corresponde a medicamentos.
En vez de resolver el problema de fondo, garantizando el acceso a los tratamientos, el Gobierno realizó una licitación para que farmacias privadas ofrecieran precios «preferentes» a los más de 14 millones de beneficiarios/as de FONASA. Se supone que, en la RM, quienes estamos afiliados/as podemos acceder a descuentos de entre 15% y 87% en más de 2.700 fármacos. Se lee bien ¿no?
A raíz de una embolia pulmonar, tendré que tomar un anticoagulante que al mes puede costar hasta la mitad del sueldo mínimo bruto de nuestro país. Por lo mismo, decidí cotizar.
El precio de una caja (necesito 2 al mes) fluctúa entre $40.825 y $76.640. El precio más bajo, es justo decirlo, lo encontré en la Farmacia Popular de Recoleta, comuna de la que no soy vecina. En general, los precios más bajos corresponden a este tipo de instituciones. Sin embargo, escribo porque el precio más alto es el de la Farmacia Ahumada, en convenio con FONASA, aun cuando a través de la aplicación de FONASA se indica que con el descuento debe costar $62.471 (precio que aún es 53% más alto que la alternativa más barata cotizada).
Si se confía en lo indicado por el MINSAL, las y los afiliados de FONASA acudirán a la farmacia en convenio asumiendo que están accediendo al mejor precio del mercado. Indignante que el Gobierno esté más interesado en la salud financiera de las cadenas de farmacias que en la salud de la población. Una real estafa. Es de esperar que esto se corrija para no perjudicar, una vez más, al 78% de la población que está en FONASA.
Paula Poblete Maureira
Afiliada FONASA