Señor Director:
Me sorprende la irresponsabilidad que existe en los dichos que se emiten a diario en prensa y en redes sociales y que tienen como principal protagonista a la opinión pública. En estos canales de comunicación, se critican las medidas de confinamiento adoptadas por la autoridad sanitaria en medio de la crisis del coronavirus, en una dimensión en la que lo único que se solicita en medio de esta pandemia -sin precedentes-, es el distanciamiento social, el lavado de manos y quedarse en casa. Nada más. Incluso mi hijo de dos años entendió a la perfección estas instrucciones simples y directas que, en este caso, provienen de sus padres.
En un escenario donde debe primar el sentido común, el cuestionar las medidas de aislamiento, crean implícitamente señales confusas a la población respecto a qué es lo primordial hoy y, de paso, ponen en jaque el real sentido del resguardo, el cual busca cuidar no solo la salud personal, sino que de la sociedad en su conjunto.
A título personal, llevo más de 60 días encerrado de forma responsable y, la verdad, creo que con el mensaje que las personas comunes y corrientes entregan, se sitúan en el mismo nivel de quienes realizan fiestas quebrantando toda normativa de cuidado. ¿Es justo, por ejemplo, que una persona u otra ponga en riesgo la salud de mi propia familia por caprichos subjetivos? ¿Por qué surge la negación como “escudo” al no querer aceptar la realidad en la que estamos inmersos?
Hoy, más que nunca, debe primar la colaboración en sentido estricto y que actuemos de forma unida y apegados al bien común de toda la sociedad.
Esta dimensión, desde el ámbito del estudio de la comunicación, puede ser analizada bajo los valores que surgen de las percepciones que se forman las personas de las marcas, las que situadas en una óptica individual de actuación, cobran una relevancia primordial. Y es que hoy, más que nunca, nuestro actuar debe estar regido por la Calidad, el Rendimiento, la Responsabilidad y el Atractivo, conceptos que tienen como eje central nuestro comportamiento, la toma de decisiones, la actividad pasada, presente y futura.
En épocas de crisis, es cierto: no hay una única salida válida, pero sí que es imprescindible tomar partido y no inhibirse. Bajo este punto, el cuidado de nuestra salud se torna algo trascendental.
Nicolás Ward Edwards
Periodista
Máster en Dirección de Comunicación Corporativa
OBS Business School y Universitat de Barcelona