Publicidad

Ni un peso para la cultura

Publicidad
Por: Fernando Cruz


Señor Director:

No me gusta la palabra colocar. Siento que transpira autoritarismo: es ubicar a alguien en su lugar, en donde le corresponde. Es delimitar, cercar espacios, excluir. Es definir que hay ciertas cosas (y personas) que valen, y otras que, por su posición, no tienen valor.

Que una ministra de Cultura diga que colocar un peso en cultura es desviarlo de otros fines, significa que cree que la plata no corresponde en cultura, es decir que el lugar de la plata está fuera de la cultura, o que la cultura, por su ubicación, debería estar excluida del circuito de la plata. No creo que se pueda estar más equivocado: la democracia liberal (y el mercado, que es casi lo mismo) ha creado espacios fundamentales para la expansión del pensamiento y las artes, lugares que otros sistemas políticos, por el control que ejercen sobre la libertades individuales, no son capaces de crear.

La relación entre los artistas y la industria audiovisual, musical, de diseño de productos, arquitectura, moda y tantas otras está tan establecida que es una vergüenza que alguien del nivel de la ministra no la reconozca. Da la impresión que la ministra cree que la única libertad creativa financiable es la de emprender. Esa visión se podría comprender desde Hacienda, obligada a cuidar el presupuesto de la nación -aunque por la trayectoria del ministro Briones, es difícil que la comparta-, pero no de quien se supone debe proteger el mundo cultural.

 Chile es un país donde los trabajadores de la cultura viven en una precariedad constante, y por décadas ha sido así. ¿Qué peso tienen, entonces, la ministra y su ministerio?

Fernando Cruz

Sociólogo-Escritor

Publicidad

Tendencias