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Pablo Valenzuela: de patentador de vacunas a “abogado” del Ministro

Por: Camilo Godoy


Señor Director:

Luego de leer la entrevista al señor Pablo Valenzuela: “Las Becas Chile eran un gastadero de plata”, del 13 de Diciembre en La Tercera, quedan varias preguntas por hacerse.

El laureado entrevistado, Premio Nacional de Ciencias y Director de la Fundación Ciencia y Vida es un ejemplo de lo que necesitan los medios de derecha para atrincherar su, a ratos, desesperada defensa de las políticas del gobierno: un currículum a tono y mucha ideología.

Al ahondar en la lectura de su entrevista, observamos los evidentes sesgos del emisor. Sin realizar un análisis de contenido siquiera, vemos que la palabra “empresa”, aparece en sus respuestas al borde de la ecolalia. Para él, las “empresas” son una especie de ente beatífico, que sólo por su existencia cercana al mundo científico resuelven todos los males. Una mirada bastante irreflexiva y cuestionable éticamente. Una mirada muy convencida de las bondades de la aplicación del neoliberalismo en ciencia y por ende, muy serviciales al actual sistema que tenemos y que el Ministro Couve representa.

Debemos confesar que nos costó trabajo dilucidar si estábamos leyendo una apología a las políticas del sr. Ministro Couve o las reflexiones de un científico. Pero luego de observar cómo el entrevistado celebraba el haber patentado la vacuna de la hepatitis B para sacar réditos económicos personales, la cuestión se esclareció un poco. Más aún cuando entendimos que para el sr. Valenzuela, ojalá el Estado haga sólo lo más mínimo y las empresas se hagan cargo. Muy bien, sr. Valenzuela: ¿Y si entonces, mejor ponemos a un empresario de Ministro?

Ahora bien, respecto a lo que señala el sr. entrevistado sobre Becas Chile, debe señalarse que sus palabras no tienen mayor fundamento empírico o evaluativo, pues: (a) en la última evaluación al sistema Becas Chile (2017) por parte de la DIPRES se señaló que los programas del sistema eran efectivos, evaluándose el sistema completo positivamente; b) el 2011 el Banco Mundial y la OCDE habían coincidido en estos resultados. Ninguno de los dos informes señala que los programas son un “gastadero de plata”, pese a considerar de manera fuerte la dimensión costo/beneficio/impacto.

El entrevistado tampoco aporta datos sobre cuánto gasto significa para el Estado en términos absolutos o relativos la presencia de un(a) conviviente del becario en el exterior, cuando se está en el extranjero. El presupuesto de Becas Chile fue sólo un 15% del presupuesto de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo en 2020, que es a su vez sólo una parte del presupuesto del Ministerio y agregar un conviviente añade sólo un 10% de la manutención mensual. Por ello, incluso en términos históricos el argumento del entrevistado es erróneo, pues en 2008, y en plena creación del programa, el mundo también se encontraba en plena crisis económica. Sin embargo, en ese momento sí se justificaba su existencia, según él y ahora no.

Al mismo tiempo, bastante paradójico es que este celebre tanto la “buena gestión” del Ministro Couve y al mismo tiempo, señale la necesidad de invertir más en postdoctorado internacional, pues ha sido este Ministerio y no otro el que se ha empeñado en no mantener los postdoctorados en el extranjero (recordemos que la última adjudicación de este programa fue en 2019).

Esperamos que la próxima vez, la siguiente voz laudatoria y exculpatoria del sr. Ministro Couve recurra a sus polémicas frases con un poco más de evidencia. Coincidimos en la necesidad de mejorar aspectos del sistema, -sobre todo en las debilidades que genera su inserción- pero no en dar voz a quienes opinan sin fundamentos ante temas tan sensibles para la continuidad de la infraestructura nacional de investigación, y que en las trayectorias de tantas y tantos postulantes y becarios pueden incidir.

Camilo Godoy
Sociólogo y vocero de la Campaña Ciencia Contra el Recorte

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