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Mercosur quiere salir a Lacalle

Por: Héctor Campos Roullet


Señor Director:

¿Maradona o Francescoli?, el origen del mate o el lugar de nacimiento de Carlos Gardel. Han sido algunas de las interminables disputas entre argentinos y uruguayos, dos pueblos que dicen ser hermanos, pero a los que, a decir verdad, siempre les ha costado ponerse de acuerdo. El pasado viernes volvieron a tener otro desencuentro público, esta vez protagonizado por sus presidentes en el marco de la celebración de los 30 años del Mercosur, alianza económica liderada por Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil (Chile participa como país asociado). La cumbre se celebró de manera telemática, así que era poco probable que existiera alguna polémica, sin embargo, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou dijo lo contrario, dejando de manifiesto su inquietud con el nivel de proteccionismo económico al cual está sometido el bloque, por lo que pidió medidas para abrirse al mercado. “Tenemos la vocación de que el Mercosur sea un trampolín, no un corsé o un lastre”, sentenció desde el Palacio Estévez en Montevideo.

Estas declaraciones no pasaron desapercibidas para el presidente argentino Alberto Fernández, quien replicó en tono bastante molesto “no somos lastre de nadie, es un honor ser parte del Mercosur. Si somos un lastre, que tomen otro barco”. Declaraciones que sacaron ronchas en ambas riberas del río de la plata. El reclamo uruguayo vuelve a revivir peticiones sin resultados que datan desde hace bastantes años. En el 2003, el presidente Jorge Batlle manifestó la necesidad de que el bloque comenzara a adoptar medidas de libre mercado en beneficio de las economías de la región. Posteriormente, en la misma línea, Tabaré Vázquez y José Mujica (ambos no muy cercanos al neoliberalismo) poco y nada pudieron hacer ante la política proteccionista que ha mantenido el kischnerismo a lo largo de los años en Argentina. Cabe señalar que el reglamento del Mercosur impide a los cuatro países principales generar acuerdos comerciales sin negociar con el resto de la agrupación, lo que la convierte en una de las zonas más cerradas del comercio internacional, situación que le urge solucionar a Lacalle Pou.

Al final, la petición charrúa quedó en nada, ya que en el Acta de la Cumbre no se pudo incluir la palabra “flexibilidad” y tampoco se revisó el Arancel Externo Común. Sin embargo, en cosa de días este entrevero cruzó el atlántico, llegando a oídos del Reino Unido, país que este lunes, a través de su embajadora en Uruguay, Fave O’Connor, ofreció un acuerdo comercial con el Mercosur y otro paralelo con los uruguayos. Todo indica que Lacalle mantendrá su aspiración de bajar los aranceles comerciales y de abrirse al mercado exterior a como dé lugar, y en esto no estaría solo, ya que se señala a Jair Bolsonaro como su principal aliado en la apertura del bloque económico de la costa atlántica de Latinoamérica, dejando a Fernández prácticamente solo.

 

Héctor Campos Roullet

Estudiante de Periodismo, Universidad de Concepción

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